En otras ocasiones,
he tratado en este Blog el tema de la consciencia. Como sabes, y siguiendo a la
RAE, distingo entre consciencia: “Capacidad del ser humano de conocer la
realidad circundante y de relacionarse con ella, Conocimiento inmediato y
espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones,
Conocimiento reflexivo de las cosas, Acto psíquico por el que un sujeto se
percibe en el mundo” y conciencia: “Capacidad de distinguir entre el bien y el
mal”; consciencia es un término psicológico, conciencia es un término ético.
El pasado
24 de febrero, ‘Ciencia y consciencia’ de Eduardo Arroyo Pérez. El 24 de
febrero de 2016, el especial de Muy Interesante sobre la Consciencia (“Cómo el
cerebro crea la mente”). El 26 de agosto del año pasado, el vídeo de Raimón
Samsó sobre estados de consciencia: manifestar deseos con el decreto “Yo Soy”.
El 19 de mayo de 2017, ‘El poder de dejar ir’, del Dr. Richard R. Hawings,
pionero en la investigación sobre la consciencia. Diez años antes (14 de
septiembre de 2007), me refería al mapa de los niveles de consciencia por este
mismo autor. Comenté el libro ‘Ultracon(s)ciencia’, de Jesús Alcoba: “El
control de la consciencia determina nuestra calidad de vida” (Csikzentmihalyi),
el 24 de octubre de 2016. Y por supuesto, el libro ‘Consciencia’ de Emilio
Carrillo, y en varias ocasiones el concepto de “umbral de consciencia” de José
Antonio Marina, entre la inteligencia generadora o computacional y la
inteligencia ejecutiva (16 de marzo y 10 de mayo de 2016, 13 de septiembre de
2010). “No hay mapas para los artistas, sino Consciencia, valentía y generosidad” (Seth Godin, ¿Eres
imprescindible?).
Hoy he
estado leyendo ‘El viaje del elefante. El desarrollo de la consciencia en las
relaciones de pareja’, de Héctor Puche, coach y director de la Fundación Budhi.
“Un viaje de auto-re-conocimiento, aceptación y grandeza” (Nieves Pérez,
directora de la Academia de Neurociencia y Educación). Un viaje de 26 años (“el
elefante soy yo, eres tú, somos todos”) a través de las relaciones que ha
mantenido el autor. “En el universo no existe nada gratuito y el aprendizaje se
consigue a base de aceptación, dedicación, repetición, comprensión y mucha
voluntad de trabajo”.
Héctor
Puche parte de la frase (completa) del Oráculo de Delfos: “Conócete a ti mismo
y conocerás a Dios y al universo del que formas parte”. Aprendió que quien no
valora lo que tiene, eso se le quita. De autocalificarse como “un ser
insoportable” a descubrir su propósito de vida, quién quiere ser en unos años,
valorar lo que tiene y “no desear nada que no sea fruto de mi esfuerzo”. Héctor
tiene a gala ser amigo de sus exnovias y nos regala la ley 3/7: “Pon tu
voluntad en lo que desees no menos de 3 veces, pero ten cuidado en insistir más
de 7 porque pasarías de perseverante a terco”.
Y la ley de la Saturación: “Los saltos de consciencia se producen cuando
el ser experimenta un nivel de saturación del sufrimiento que lo obliga a pedir
interiormente, de forma consciente o inconsciente, el cese de esos
acontecimientos”. El autor nos recuerda que según la sabiduría tolteca (en ‘El
libro de los cuatro acuerdos’) el ser humano no debe tomarse los sucesos de
manera personal porque esto lleva al sufrimiento. Me ha gustado que para Héctor
el despertar de la consciencia es el cuento de Blancanieves: el príncipe azul
(color de alta vibración energética) la besa en un acto de amor, sin esperar
nada a cambio. “Sufres lo que no puedes comprender”, Gerardo Schmelding. “El
encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si
hay reacción, ambas se transforman”, Carl Jung. Héctor Puche nos recomienda ‘La
física del alma’, de Amit Goswami, profesor de la Universidad de Oregón de 1968
a 1997, pionero de la “ciencia dentro de la consciencia”. Cuando el alma crece,
el ego siente dolor al salir de su zona de confort.
Pacto de
almas: Nadie puede crecer por ti, No puedes hacer crecer a nadie, Imposible
crecer sin la interacción con el otro. Para ser un maestro en las relaciones:
Paciencia, Respeto, Aceptación, Renuncia, Adaptación, Humildad, Valoración,
Lealtad. “Así como la flor no florece antes de tiempo, así es la consciencia.
El elefante no despertará de su sueño sin antes haber crecido”. Gracias, Héctor
Puche, por un libro inspirador.
Te
propongo seis vídeos de TED sobre la consciencia:
- ‘¿Cómo
explicamos la consciencia?’, de David Chalmers. Tenemos una ciencia de las
“correlaciones”, pero no una ciencia de las explicaciones. De momento, la
consciencia es una “anomalía”. Dos ideas
locas, prometedoras: que la consciencia es una idea fundamental de la
naturaleza, como la masa, el tiempo, el espacio; que la consciencia es
universal (panpsiquismo), en todos los seres vivos y las partículas
elementales: phi, información integrada.
- ‘La
ilusión de la consciencia’, de Daniel Dennet. www.ted.com/talks/dan_dennett_on_our_consciousness
Esta película interna es una “ilusión” o una “confusión”.
-
‘Consciencia: la última frontera’, por Dada Gunamuktananda: www.youtube.com/watch?v=lo0X2ZdElQ4
La visión de un yogui y del “espacio interior” sobre la consciencia. “La consciencia
cósmica es la esencia del universo”. Mente, materia y espacio están hechos de
consciencia. La meditación es la intuición de la consciencia.
- El más
revolucionario, el de Graham Hancock: ‘La guerra de la consciencia’ (12 enero
2013) www.youtube.com/watch?v=Y0c5nIvJH7w
La consciencia nace en las pinturas rupestres, tras tomar sustancias
alteradoras de estados de consciencia. En el Amazonas, él ha probado ayahuasca
(que le ha curado de su adicción al cannabis). Una sustancia de olor y sabor
desagradable, que provoca diarrera, pero eleva la consciencia. En nuestra
sociedad, aceptamos “drogas legales” como el tabaco, el alcohol, el azúcar, etc
por beneficios comerciales, políticos, incluso bélicos. Con el coste de seis
meses de la guerra de Irak, se recuperaría el Amazonas, los pulmones del
planeta, para siempre.
Mi gratitud
a todos estos expertos: David Chalmers, Daniel Denett, Antonio Damasio, Anil
Seth, Dana Gunamuktananda y Graham Hancock. Seis propuestas valiosas sobre el
poder de la consciencia.
Etiquetas: Alma, Consciencia, Talento