Lunes Santo con reuniones con clientes. En
las grandes empresas, la transformación se está concretando en una revisión
radical del Ciclo Estratégico del Talento (atraer, desarrollar, comprometer)
acorde con los retos de negocio.
De la prensa del fin de semana, comienzo con
mis “tres mosqueteros” particulares.
En su columna de Ideas, José Antonio Marina
se refería al Keynesianismo (título de un interesante libro de Miquel Urbiola).
J. M. Keynes comprendió que la política económica debía resolver el trilema de
eficiencia, justicia y libertad. “El mundo está gobernado por poco más que las
ideas de los economistas”. Estoy de acuerdo. Y también, como dice Marina, que
“los economistas han fracasado en esta crisis”. Tal vez porque no vieron que
era un cambio de época, del Capitalismo al Talentismo. En ‘7 Malas ideas’ de
Jeff Madrick (comentado en su día en este blog) se exponen sendas “falsas
certezas”, como la creencia de que la mano invisible gobierna el mercado, la
justificación de la austeridad presupuestaria, la obligación de los gobiernos
de no intervenir, la baja inflación como único objetivo importante, la
imposibilidad de burbujas especulativas, la globalización como indiscutible
fórmula de progreso económico y la superioridad de la ciencia económica sobre
otras ciencias sociales. La reflexión de JAM me ha recordado la célebre cita de
Mark Twain: “No es lo que ignoras lo que te mete en líos, sino lo que das por
cierto y no lo es”.
John Carlin, en su ‘Córner inglés’, se
refería a la victoria del Chelsea sobre el Manchester United de Mourinho en su
artículo ‘Ladridos de guerra civil’. “El carisma de Mourinho y de su
espectacularmente creído delantero centro Zlatan Ibrahimovic no acaban de
disimular la triste verdad de que sobre el campo el United sigue siendo tan
gris como Van Gaal”. Si no remonta, “el problema será el ladrido unánime para
que lo despidan”.
Rosa Montero trataba de ‘Secar un charco de
lágrimas’. Individuos angelicales como los de la OCC (Open Cultural Center) que
ayudan a los refugiados. “Gente eficaz, serena, de cabeza clara y corazón
sólido, que saben que el mar no se puede vaciar con una taza pero un charquito
sí, y que eso, ponernos en marcha, no cerrar los ojos, aliviar aunque sólo sea
una mínima porción del dolor del mundo, secar un charco de lágrimas, es lo
único que conseguirá salvarnos a todos”.
Además, Virginia Drake entrevistaba a mi
querida Marta Robles por su última novela, ‘A menos de cinco centímetros’.
Trata de un sexo muy vacío, por sometimiento. “Las grandes infidelidades son
femeninas: Ana Karenina, Madame Bovary, la Regenta o la Reina Ginebra”. “Todos
tenemos un escaparate y una trastienda”.
Sobre redes sociales exponían los expertos
Guillem Recolons (Soymimarca) y Andrés Pérez Ortega (“padre” en España de la
Marca Personal): “Lo ‘dospuntocero’ puede convertirse en una versión multimedia
y con esteroides del currículo y es muy fácil pasar de lo correcto a lo
ridículo y que el efecto sea muy contrario al deseado”. En palabras de Napoleón
Bonaparte: “De lo sublime a lo ridículo sólo hay un paso”. Es fácil darlo a
través de internet.
El análisis demoscópico de la España actual,
por el maestro José Juan Toharia: El “Íbex 4” político. Parecen cotizar a la
baja el PP (por su lentitud de reflejos, falta de agilidad) y Podemos (“su
líder parece ser más noticia por lo que propone que por lo que hace”).
Ciudadanos es “un valor todavía incierto”. Y repunta el PSOE, con su reserva de
votantes desactivados. La mayoría de los españoles querría hoy a Adolfo Suárez
como presidente (35%, frente al 17% de Felipe González y el 8% de Aznar).
“Hay que tener talento para levantar una
autocracia”, Tom Holland, historiador que ha analizado la transformación de
Roma de república a dictadura. Afortunadamente, no cree que Donald Trump sea
comparable a Julio César en su talento.
Y dos entrevistas a Juan María Nin, ex DG de
La Caixa (2007-2011) y VP y CEO de CaixaBank y autor del libro ‘Por un
crecimiento racional’ (pendiente de lectura por mi parte). María Cuesta, en
ABC: “La posibilidad de otra crisis está más lejos, pero sigue ahí”. “Hay que
dejar atrás el deudismo y recuperar la cultura de los ingresos”. Lluis
Pellicer, en El País Negocios: “Soy partidario de dejar quebrar a los bancos”.
“La política monetaria extrema nos ha salvado pero ha provocado un crecimiento
artificial”.