Ver
amanecer sobre el Mediterráneo es uno de los privilegios de esta vida. Vuelo de
las 6,55 entre Alicante y Barcelona para participar en ‘Talento en
Crecimiento’, la jornada de CEDE (Confederación Española de Directivos y
Empresarios) en el Caixafórum de la ciudad condal, como parte de las
actividades del Human Age Institute en pro de la Empleabilidad. Es importante
que l@s jóvenes sean conscientes de su talento (poner en valor lo que sabemos,
queremos y podemos hacer) y de que éste se compone de Capacidad (Aptitud +
Actitud, en este orden) por Compromiso (la energía que le ponemos al proyecto)
en el Contexto adecuado (encaje cultural, climático, de cooperación y
compensación).
Ayer
disfruté muchísimo de la sesión organizada en la FREMM (Federación de Empresas
del Metal de Murcia, que agrupa a 2.500 compañías de la región) con Dirección
Humana (que cumple este 2017 diez años de existencia) y Aquora. Mi gratitud a
Andrés, Miguel y Juan Carlos, que presentaron exquisitamente el acto. Y muy
especialmente a mi amigo Roberto Crobu, que presentó a l@s ponentes (Liliana
Brando, Cristina Mulero y un servidor) con la metáfora de ‘El Mago de Oz’, una
fábula política sobre la necesidad de integrar cabeza, corazón y valentía (ya
sabes, el león cobarde, el hombre de paja y el de hojalata). El denominador
común entre nosotr@s fue ‘El triángulo del Talento: Valor, Marca y
Autoliderazgo).
De
las reflexiones de esas dos horas de ponencias y debates, quisiera destacar
algunos puntos que pudieran resultarnos útiles:
- En
el Talentismo, la competencia no es entre empresas sino “entre marcas”. El
concepto de Marca Global integra a las marcas comerciales (el Branding
clásico), marcas empleadoras (Employer Branding) y marcas personales (Personal
Branding). Las marcas más atractivas lo son para el cliente, para el talento,
para la sociedad en su conjunto. Es más, en la economía de las plataformas (las
GAFAS: Google, Apple, Facebook, Amazon y los ATUNes: Airbnb, Tesla, Uber,
Netflix) las marcas han de atraer y fidelizar simultáneamente a tres colectivos
de talento: users (proveedores del servicio), consumers (clientes) y organizers
(talento interno). Va todo el ganador.
- El
poder de selección no está en la empresa, sino en el talento. Como dijo ayer
Cristina Mulero: ¿Quién selecciona a quién? La mayoría de nosotr@s empezó a
trabajar en un mundo en el que la empresa decidía (mi Arthur Andersen de los 80
captaba al 7% de los candidatos); después el poder pasó al 50-50; hoy respecto
al Talento, el poder lo tiene el/la candidat@ en un 90%. Vivimos la “tormenta
perfecta” de alto nivel de desempleo, escasez de talento y emigración del
mismo. El Talento, ya sabes, es más escaso –y valioso- que el Capital.
-
Valor es “lo que el cliente espera de ti” (John Quelch, Harvard). Por eso,
hemos de ser exigentes, respetuos@s, fiables, sorprendentes e involucradores
(co-creación de valor). Siguiendo a Baudrillard, existe un valor de uso (la
fase natural, la pura utilidad), de cambio (fase mercantil, por oferta y demanda),
valor signo (fase estructural: Valor-Marca) y valor fractal (metástasis del
valor). Como diría nuestro buen amigo Andrés Pérez Ortega respecto al Valor:
“Si eres uno más, eres uno menos”.
- Para
elevar tu Talento (el Talento que no se aprecia se deprecia), el
autoconocimiento es imprescindible (respecto al mismo, estamos en beta
permanente, porque el ser humano es fascinante). Como puso de relieve Liliana
Brando, es cuestión de inteligencia emocional (90% del liderazgo, entendido
como el talento para influir decisivamente en l@s demás). Conocimiento de un@
mism@, Gestión de un@ mism@ (Serenidad. Hemos de enojarnos, siguiendo a
Aristóteles, en el tiempo, lugar y con las personas adecuadas) y Empatía (la
cualidad más difícil de desarollar, cuando la persona carece de ella). Esperamos
con muchas ganas el libro de Liliana este año, en el que a buen seguro incluirá
su modelo SELF.
- Las
redes sociales pueden ser, si se gestionan adecuadamente, un trampolín del
talento. La Generosidad (entendida como “término medio” aristotélico, no como
exceso; en tal caso sería Prodigalidad) es lo que marca la diferencia en el
Talentismo.
- La
clave de bóveda de esta nueva era es la “Empleabilidad”, concepto acuñado por
Sumantra Ghoshal en 2004. Este profesor del INSEAD nos enseñó que las empresas
pueden tener el clima de Calcuta en verano (su ciudad natal) o de Fontainebleau
en primavera. Del Liderazgo o de la falta de él (mala calidad directiva)
depende un clima laboral u otro. Recordemos que hemos retrocedido 32 posiciones
en España en Calidad Directiva en los últimos 8 años. El número de “jefes
tóxicos” es 2’5 veces el de auténtic@s líderes.
- La
consecuencia, claro está, es que la mortalidad de las empresas se ha
multiplicado por cinco desde los años 40. Hoy se sitúa en nuestro país en
apenas 10 años. Como ha puesto de manifiesto Start Up Spain, el 90% de los
proyectos de emprendedores no llega al tercer año (mi amiga Ana María Castillo,
catedrática de organización de empresas de la Universidad de Málaga, un/a
empresari@ es aquella persona que ha logrado que su emprendimiento sobreviva a
los 1.000 primeros días).
Citando
a Mark Twain, “no es lo que ignoras lo que te mata, es lo que das por cierto y
no lo es”. Muy aplicable a l@s profesionales y a las empresas en el Talentismo:
tratar de dirigirte desde las reglas del Capitalismo anterior puro y
simplemente no funciona.
Mi
profundo agradecimiento a Cris y Lili, en la vanguardia del conocimiento y de
su implantación en relación al Coaching y a la Marca. Y a Toni, ese ser sabio y
generoso que escucha como pocos y que, cuando menos te lo espera, “tuitea” en
la conversación una conclusión hípervaliosa.