Lo he
pasado “bárbaro”, como decís aquí en Galicia, con l@s alumn@s del MBA Executive
de IESIDE (AFundación) en Vigo. Se nota que han formado piña, han hecho equipo,
y disfrutan del Aprendizaje. Considero esencial que personas muy preparadas y
comprometidas (no es fácil dedicar viernes y sábado a un Postgrado, con una
media de 35-40 años) además desarrollen su Liderazgo, entendido como Autoridad
moral, Credibilidad y Ejemplo. Mi gratitud a Álvaro, Anadelia, Andrés, Antón,
Bastián, Carlos, César, Enrique, Fran, Ilde, Gerardo, Jesús, Jorge, José
Antonio, José Francisco, José Manuel, Loudes, Luis, Luis Miguel, Manuel, María, Óscar, Pablo, Puri, Rafa,
Rubén, Santi y Susi. En un país como el nuestro de baja Calidad Directiva, sois
la clase de esperanza que marca la diferencia.
Tarde
apacible en Vigo, porque el único vuelo vespertino a Madrid es a las 21 horas.
Un buen paseo (el tiempo acompaña, en estos días de Entroido/Carnaval),
lecturas y descanso antes del aeropuerto.
Simpática,
reflexiva y con los pies en la tierra, a Emma Stone le encantaban de niña los
musicales (Los Miserables, Cabaret, Grease, Sonrisas y lágrimas). “Hacer que
algo resulte divertido es muy difícil”. Como Mía, la protagonista de la
película, se mudó a Los Ángeles (a los 15 años) y estuvo haciendo castings
durante tres. “La verdad es que me siento identificada con prácticamente todo
lo que pasa en la película”. La clave del éxito fue su determinación. La
experiencia como músico de Damien Chazelle (director de La La Land) ha marcado
el ritmo de la cinta. Emma concluye: “Los sueños nunca son lo que esperas. Pero
no me parece que tengas que sacrificar la felicidad personal para triunfar. Ni
que el amor y el éxito se excluyan mutuamente. Esa es la historia de estas dos
personas. El final es precioso y te rompe el corazón, pero no creo que sea una
historia común a todo el mundo”. “Las cosas no siempre salen como esperas, pero
eso no quiere decir que resulten mal”. “Nunca sabes lo que te depara el futuro”.
“Creo cien por cien que lo que tiene que ser, será”.
En
Mujer Hoy, entrevista a otra actriz a la que admiro, Leonor Waitling: “¿Crisis
de los 40? Y de los 30 y de los 20… Vivo en crisis”. Le gustaba bailar y una
lesión truncó su carrera como bailarina, pero se reinventó. “Tener hijos es
como enamorarse por primera vez: parece que eres quien ha inventado el amor”.
Jorge Dreler es su pareja y padre de sus hijos. Está en TV con Pulsaciones
(“Estoy muy contenta y orgullosa de este trabajo”) y pronto en la gran pantalla
con una de terror, ‘Muse’ de Jaume Balagueró. “Yo digo que soy contrafóbica:
como soy muy pudorosa, llego el primer día de rodaje, me desnudo enseguida y
todo arreglado”.
En XL
Semanal, el chef español José Andrés: “Volvería a enfrentarme a Trump una y mil
veces”. Se verá las caras en los tribunales con el presidente electo”. “El
hambre en el mundo es un ojo morado para un cocinero. Es complicado atender un
dos estrellas Michelín sabiendo lo que pasa cinco calles más allá”.
Me
encanta recordar que somos un país de Quijotes: “Hay poca gente haciendo cosas
muy bien en todos los campos. Pero en términos de calidad directiva, cuando lo
medimos, hemos perdido 32 posiciones en los últimos ocho años, a lo largo de la
crisis. Hay algún talento directivo, pero es excepcional. Tenemos pequeñas y
medianas empresas que, en su mayoría, no están bien dirigidas y por eso se ha
multiplicado por cinco la tasa de mortalidad de las empresas en las últimas
décadas. Todos tenemos talento para algo, pero tenemos que descubrir para qué y
seguir desarrollándolo. Desde el Human Age Institute insistimos en que el
talento que no se aprecia, se deprecia, por tanto, más que talento, España
tiene una enorme esperanza de seguir desarrollando su talento. Y sí, somos
Quijotes porque le ponemos pasión a las cosas. Y cuando lo hacemos de una
manera metódica, sistemática y eficaz, nos salimos del mapa. Pero hace falta
pasión y hace falta sistema”.
El
libro que hoy quiero recomendarte es la biografía de la chef dominicana María
Marte (Club Allard), ‘Soñar, luchar, cocinar’. La historia de esta maravillosa
Cenicienta que soñaba con venir a España y cocinar es deliciosa, un cuento de
hadas con final (muy) feliz, gracias a su tándem con Luisa Orlando, DG del Club
Allard. Desde el realismo mágico que tanto disfrutado en el Caribe
(especialmente, en República Dominicana), un relato de esfuerzo, pundonor,
sacrificio, determinación.
Nacida
en Jarabacoa en 1976 (la pequeña de 8 hermanos), se encargaba de fregar los
platos en el restaurante de su padre. A los 16 quedó embarazada de su primer
hijo, no pudo presentarse a la final de un curso de pastelería porque no
disponía de horno y no le dieron el título. En julio de 2003 vino a España, se
puso a trabajar en una peluquería y luego en el Club Allard (“Añoraba aquella vida a la que renuncié, para
ahora vivir fregando platos”). Pedro, el entonces aparcacoches del
restaurante, le preguntó a qué quería dedicarse y ella respondió: cocinera.
Cuando todos se rieron, Pedro dio un puñetazo en la mesa, recordó que la única
chef era Carme Ruscalleda y comenzó, como María, fregando cacharros. En 2004 se
convirtió en ayudante de Diego Guerrero y en 2014 (10.000 horas más tarde de
práctica deliberada) asumió el mando de los fogones. Por sus manos pasan 700
platos diarios. Dos estrellas Michelín. Para María Marte, el Estilo del Club
Allard es detallista y de sensibilidad, Sorprendente, Natural, Elegante,
Innovador. Puro Liderazgo. Gracias, María, por el cariño que nos has regalado
siempre.
I'd crawl
thru the desert on my hands and knees
rehearsin my
pretty please
climb the
highest mountain
if I were
sorry
Shout it from
the top
swim under
water until my lungs exploded
walk into
the fire
if I were
sorry
I'd run a
thousand mile
wouldn't
stop until I dropped
wouldnt take
a break to breathe until I got close enough
Then I'd do
it all again
if I really
had the chance
but I know
deep inside for you it's just another dance
If I were
sorry
I'd give you
all the glory
if I were
sorry
If I were
sorry
it would be
a different story
If I were
sorry
if I were
sorry oh
I'd hold my
breath until my face turned blue
I'd rob a
bank and the post office too
swim across
the ocean
if I were
sorry
I'd take wow
of silence
I wouldn't
say a single word
until you
really heard
if I were
sorry
I'd run a
thousand miles
wouldn't
stop until I dropped
wouldn't
take the break to breathe
until I got
close enough
If I were
sorry
I'd give you
all the glory
if I were
sorry
If I were
sorry
it would be
a different story
if I were
sorry oh
Now did you
ever realize
that your
mistake had a prize
oh you threw
it all away
cuz you're
the devil in disguise
Now would
you ever realize
the
consequences of your lies
and would
you save the falling tear or act as if
there's
nothing there
If I were
sorry
if I were
sorry
If I were
sorry
if I were
sorry
If I were
sorry
I'd take a
vow of silence
I wouldn't
say a single word
if I were
sorry
If I were
sorry
I'd be on my
hands and knees
beggin
pretty please
if I were
sorry, but I'm not sorry, no.