La gran ola: empresa-ficción, lingüística y Liderazgo



¡Qué bien nos está viniendo esta semana con puente, antes de las navidades y el cierre del año! Entrenamiento deportivo con la gran Irma Valderrábano, una coach única para el rendimiento cuerpo-mente y, como lectura, además de la prensa de este sábado, la novela ‘La gran ola’, del sevillano Daniel Ruiz García.
No suelo leer muchas novelas (prefiero el ensayo, desde la economía a la historia y la ciencia, y por supuesto la gestión empresarial, la gestión del talento y el liderazgo), sin embargo esta obra ha ganado el Premio Tusquets (por un jurado con Juan Marsé, Almudena Grandes y Juan Gabriel Vásquez) y porque trata de las empresas y del coaching. La historia es sobre Julián Márquez, director de una de las divisiones comerciales de una empresa familiar en expansión, con problemas domésticos y laborales considerables. Su vida es puro caos; vivir se ha convertido en sobrevivir. Por si esto fuera poco, se ha incorporado a la compañía un vendedor inmobiliario venido a menos, un buscavidas que quiere remontar. Los empleados se sienten “influidos” por Estabile, un coach con técnicas de pensamiento positivo.
En general, esperaba más. Hay algunos elementos divertidos, como que el tal Lorenzo Estabile, que se define como orador motivacional, transformador y coach, tiene colgado un YouTube en Valencia (“Casi todas las fieras que habían pasado por las convenciones de Monsalves tenían alguna charla TED a sus espaldas. Haber participado en un TED es una especie de sello, algo que los situaba en otro estatus, la evidencia de haber tocado verdadero pelo en el coaching”) y ha escrito un libro, ‘Las siete A del cambio’, desde la Ataraxia al Amor (“escribía de manera muy sencilla, cualquier otro lector habría dicho básica, cualquier lector con un mínimo de lectura a sus espaldas habría añadido vergonzosamente elemental”). Cita sin cesar (desde Duschamps a Gandhi), se basa en el Rebirthing y la memoria celular…
En las empresas, cuando el lenguaje no sintoniza con los comportamientos (con los hábitos, con la cultura corporativa) observamos un alarmante cinismo que destruye el clima y los resultados. Por ello la autenticidad es esencial: fruto de la seguridad psicológica, de la capacidad de poder ser sinceros sobre lo que piensan y sienten sus integrantes.
Esta mañana hemos visto, en Movistar+, ‘Toro’ de Kike Maíllo, con Mario Casas, Luis Tosar y José Sacristán, un western “a la andaluza” que ya había visto en cine. Romano (Sacristán) es un señor muy religioso que dirige una mafia. Palabras paternalistas y conductas tóxicas.
He tratado de congraciarme con el auténtico Liderazgo viendo de nuevo ‘Invictus’, la fascinante historia real de la presidencia de Nelson Mandela y el mundial de rugby que cambió a una nación. No he conocido a un líder como Madiba. El relato de mi admirado John Carlin (‘El factor humano’) y la película de Clint Eastwood (‘Invictus’, por el poema victoriano) con Morgan Freeman y Matt Damon quedarán como legado de su enorme influencia. Como en el caso de Mahatma Gandhi, a nuestros nietos les costará creer que hubo un ser humano como Mandela.
De ‘Invictus’, mis frases favoritas son éstas:
- “La nación arco iris comienza aquí. La reconciliación comienza aquí”.
- “El día que tema lo que tengo que hacer es el día que no podré liderar”.
- “Si no puedo cambiar cuando las circunstancias lo demandan, ¿cómo puedo esperar que los demás hagan lo mismo”.
- “El perdón libera el alma. Remueve el miedo. Por eso es un instrumento tan poderoso.
- (Al capitán, Pienaar) “Necesitamos inspiración, François. Porque para construir nuestra nación debemos exceder nuestras expectativas”.
- (A su hija) Criticas sin comprender. Sólo das lugar a tus sentimientos personales. Eso es un pensamiento egoísta, Zindzi. Y no sirve a la nación.
- (Al equipo de rugby) Gracias por lo que habéis hecho por vuestro país.
y sobre todo el final del poema que da nombre a la película: “I am the master of my fate / I am the captain of my soul” (“Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma”).
Los valores personales de Mandela fueron Compasión, Templanza y Generosidad. Valores del Talentismo.
Con frecuencia, he utilizado fragmentos de esta maravillosa película (cuando Mandela se dirige al Consejo Superior de Deportes de su país, cuando se reúne con el capitán del equipo en el despacho presidencial, cuando visita a la selección de rugby antes del primer partido) para que los profesionales de empresas punteras reflexionen sobre su liderazgo y se marquen ambiciosos planes de acción. Mi reconocimiento y profunda gratitud hacia ell@s.

Somos, en buena medida, lo que comunicamos y cómo lo hacemos. Javier Sampedro, en El País, se refería a otra película, ‘La llegada’, muy recomendable.http://cultura.elpais.com/cultura/2016/12/09/actualidad/1481280737_105779.html A él, como a un servidor, de la ciencia-ficción le gusta más que la tecnología la lingüística. Como muestra, ‘Encuentros en la tercera fase’ (Spielberg) o ‘Contact’ (Zemeckis). Abstracción (conceptualización), holística, teoría de la relatividad. El relato en el que se basa ‘La llegada’ es ‘Story of your life’, de Ted Chiang, un genio de la Ciencia-Ficción que basa su historia en la teoría de Sapir-Whorf (el lenguaje determina nuestro pensamiento). Una lengua “lineal” nos obliga a principios y finales; en una lengua “circular”, todo nace y muere de nuevo. Ni que decir tiene que el más “whorfiano” de los pensadores actuales es George Lakoff, de quien traté en ‘Del Capitalismo al Talentismo’ y del que hablé hace unos días en este blog: crea el marco y ganarás la guerra (empresarial, social, política, por el talento). Si dominas la categoría, dominas la escena.
He vuelto a ‘Invictus’ y quería volver a Bosé, a la mejor versión (en mi modesta opinión) de su joya ‘Te amaré’, con Laura Pausini: www.youtube.com/watch?v=nDN58g5mI1M “Porque así lo he decidido”.