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Martes en
Madrid, con sesiones de Coaching
Estratégico (con una de las mejores DG de nuestro país), reuniones comerciales
y de preparación de temas del Human Age Institute.
Ayer por la tarde
fui a ver ‘La noche que mi madre mató a tu padre’, una comedia de Inés París
con Belén Rueda, Eduard Fernández, Diego Peretti, María Pujalte, Fele Martínez
y Patricia Montero. Divertidísima. Buenos actores, un guión chispeante y un
ritmo delicioso para el espectador. Muy recomendable.
Es la quinta
película española que veo (y disfruto) consecutivamente. Nuestro cine está de
enhorabuena, con un western a la andaluza como ‘Toro’, una cinta tan sensible
como ‘El olivo’, una comedia ácida como ‘Nacida para ganar’, un drama laboral
como ‘La punta del iceberg’ y la mencionada ‘La noche que mi madre mató a tu
padre’. Cosecha del último festival de Málaga, que ha puesto el listón my alto.
Ya en casa, estuve
viendo el programa de Bertín Osborne con Esperanza Aguirre (innegable la fascinación
de Bertín por la presidenta del PP madrileño) y el episodio nº 21 T5 de
Scandal, impresionante. Mi gratitud a Shonda, a Judy Smith y a Kerry Washington
(Olivia Pope), tres grandes mujeres.
Como no he
encontrado el Tango de ‘La noche…’, que bailan espléndidamente Belén Rueda y
Diego Peretti, esta mañana he escuchado ‘Por una cabeza’ de Gardel, uno de los
preferidos de José Antonio Marina, en la interpretación de Al Pacino
(invidente) en ‘Esencia de mujer’: www.youtube.com/watch?v=F2zTd_YwTvo
Delicioso.
La lectura ha sido
‘Don Quijote en la España de la reina Letizia’, de Amando de Miguel. Admiro
desde hace mucho a este catedrático emérito de Sociología que tan bien ha
explicado la sociedad española. En este caso, escribe sobre una supuesta
reaparición de Don Quijote en nuestro mundo, en la España de 2016, para
analizar nuestras costumbres.
Alonso Quijano se
presenta al consistorio municipal de Esquivias (de donde era la esposa de
Cervantes, Catalina de Salazar, mujer culta con una magnífica biblioteca), es
utilizado por el IV Centenario del “manco de Lepanto”, participa en un “sabroso
coloquio” con cervantistas (“los libros de caballerías eran entonces el
equivalente de la televisión, el fútbol y la política: los engaños para
perturbar las mentes sencillas”), se embelesa ante inventos como el boli, las
escaleras mecánicas o el papel higiénico, visita Toledo (nos recuerda que
Cervantes y El Greco fueron grandes amigos) y Madrid, aparece como una estrella
televisiva (y trata de mantener un “coloquio”, que no un debate), se ve
atrapado por las redes sociales (“Sospecho que son muchos lo que pretenden
aparecer más ricos de lo que son. La humildad no parece lo propio de los
españoles”), se sorprende de que El Quijote haya tenido tanta difusión (aunque
muchos digan que lo han empezado y no terminado), se ve puesto en opinión de
las gentes (“Los políticos actuales, como antes los nobles, se distinguen por
la ostentación que hacen de una vida regalada. Unos y otros se ven acompañados
por una nube de aduladores, que van con ellos a todas partes”), analiza su
entorno (“No veo yo tanta libertad como presumen ahora mis compatriotas (…)
pero lo malo es que nadie se queja de ello. Es la perfecta sumisión de un
pueblo”, “la política y el fútbol cumplen una misión consoladora en una
sociedad de mediocres”), es entrevistado en un medio digital (“La soberbia es
creerse superior a los demás, cuando Dios hizo a todos del mismo barro”) y en
una tertulia de televisión (el autor tiene como misión “hacer de coach de Don
Alonso”), visita Lavapiés (“He aprendido mucho. Todo ha cambiado en España
durante estos últimos siglos, pero la naturaleza de sus habitantes sigue siendo
la misma. Si acaso, ahora gritan más”) y Barcelona, “archivo de la cortesía”
(“en este mundo nuestro las mujeres llevan mejor las cuentas”), encabeza una
protesta de inmigrantes “sin papeles”, se ve tocado por la justicia y vive una
experiencia carcelaria… “Cabalgo sobre
una estrella fugaz e ignoro dónde me llevará”.
Un texto lleno de imaginación,
de ternura y de humor. Muchas gracias, querido Amando, por este libro tan
esclarecedor.
La canción de esta noche tenía que ser propia
de ‘El hombre de la Mancha’. Es el ‘Qué puede ver en mí’, por Paloma San Basilio
www.youtube.com/watch?v=vZ7dbhTM348&list=PLFD4EB137FB118BB2&index=7 y el monólogo de ‘El sueño imposible’, por
José Sacristán: www.youtube.com/watch?v=NvlaJrguHfQ&index=12&list=PLFD4EB137FB118BB2 “Torpe fabulador de vacías
vanglorias. Esta, de todas las noches, es la menos venturosa para dar rienda
suelta a la vanidad”.