El Día Internacional del Beso y las consecuencias laborales del estrés

Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, es la capital de la comarca del Alto Tajo. Con una altura de 1.065 metros, está a 195 kilómetros de Madrid y 140 de Guadalajara capital. De fundación árabe sobre un asentamiento celtibérico anterior, tiene una población de 3.500 habitantes (21’22 por km2) y lo atraviesa el río Gallo, afluente del Tajo. Registra las temperaturas más bajas de España (ha alcanzado 28 grados bajo cero; en diciembre alcanza -24º y en julio y agosto, 38º). Fue tomada por el rey aragonés Alfonso I el Batallador en 1128. Su heredero, su hermano Ramiro II, cedió el señorío de Molina a Castilla. En 1366 volvió a ser de Aragón, y de ahí su nombre (el anterior era Molina de los Caballeros). En la población hay un Museo (con colecciones de paleontología, arqueología, entomología y flora, el Castillo-Alcázar (uno de los más grandes de España), la iglesia de Santa Clara, el Monasterio de San Francisco.
Los molineses son particularmente amables. Lo estamos comprobando en el alojamiento rural El Molino del Batán (www.molinodelbatan.com). Se trata de un molino harinero del siglo XIX, rehabilitado en apartamentos rurales con identidad histórica totalmente equipados: chimeneas francesas, hidromasaje y salones sociales. El edificio principal, el Molino, es un hermoso edificio del siglo XIX construido con sillería de arenisca roja en las esquinas y puerta principal siendo sus muros de mampostería y cal. Por él pasó la mayor parte del trigo que se cosechaba en el Señoría de Molina. Sus habitantes llevaban el trigo a moler y se llevaban el salvado de la molienda para alimentar a cerdos y caballerías mientras que la harina se distribuía directamente de la fábrica a los panaderos de los pueblos ajustando cuentas para San Miguel. El agua, canalizada, pasaba por el interior del edificio para mover una turbina y generar la electricidad que precisaba la fábrica y la casa solariega. Gracias a Pedro y a todo el personal del Molino, que tan atentamente nos están cuidando estos días de reunión.    
Hoy se ha celebrado el Día Internacional del Beso, una fecha que surgió a raíz del beso más largo de la historia, que duró 58 horas 35 minutos y 58 segundos y tuvo lugar en Tailandia en 2013… pero en febrero.
El Huffington Post ha recogido 24 besazos de película: los de Titanic, De aquí a la eternidad, El Diario de Noa, Casablanca, Spiderman, Pretty woman, Desayuno con diamantes, Oficial y caballero, My girl, Tres metros sobre el cielo, La dama y el vagabundo, Gossip girl, etc. Puedes verlo en www.huffingtonpost.es/2016/04/13/besos-pelicula_n_9677998.html
En otro orden de cosas, Empresas saludables nos ofrece el estrés laboral en cifras (http://mascuota-es.cab09.net/Go/index.cfm?WL=24864&WS=121256_6337085&WA=9333). El 30% de los trabajadores en Europa se describen a sí mismos como expuestos al estrés. En España, el 59% sufre estrés en el trabajo. En EE UU, seis de cada diez jornadas laborales se pierden debido al estrés. Tras los trastornos músculoesqueléticos, el del estrés es el segundo problema de salud laboral en Europa. El 40% de los empleados considera que el estrés no se gestiona adecuadamente en la empresa.
Iria Grandal, en la misma web, nos propone el mindfulness para evitar el estrés (www.miempresaessaludable.com/bienestar-emocional/articulo/practica-mindfulness-olvida-estres). Es el siguiente:
La sociedad actual se encuentra en constante búsqueda del bienestar emocional, sin embargo, el estrés laboral y social se ha convertido en un obstáculo para alcanzar la felicidad. Las estadísticas indican que el estrés afecta al 28% de los trabajadores europeos, según datos de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud Laboral, lo que provoca mayor ausentismo, menor dedicación al trabajo y una disminución de la productividad.
Como consecuencia de esto, sobrevivimos a diario lamentándonos por el pasado y preocupados por un futuro incierto, lo que conlleva frustración o estrés. El Mindfulness es una de las técnicas psicológicas más modernas para el abordaje del estrés. Consiste en la conciencia y la atención plena del momento presente, sin comparar cómo nos gustaría o debería ser, sin prejuzgar y aceptando que el presente es un cambio permanente.
Una cuarta parte de las grandes empresas de Estados Unidos ya han puestos en marcha iniciativas Mindfulness y en Europa cada día son más las compañías que lo están poniendo en práctica. Su popularidad se debe también a que es una técnica que se integra en la vida cotidiana, no hace falta reservar tiempo de nuestro día a día para llevarla a cabo.
Diversos estudios ya han demostrado que la práctica de Mindfulness consigue reducir el nivel de cansancio emocional y ayuda a mantener las emociones y el equilibrio, así como aumentar la satisfacción en el trabajo. Además, el hecho de focalizarnos en el presente, despejando nuestra mente de pensamientos y situaciones pasadas o futuras permite que veamos con claridad cada situación y que, por lo tanto, tomemos las mejores decisiones, conscientes y racionales.
Cabe añadir que, el agotamiento emocional ocurre cuando las personas tratan de suprimir o controlar sus emociones. Se requiere más energía cuando se intentan reprimir tanto las emociones como los pensamientos que los acompañan; por ello, en lugar de evitar o reducir una emoción negativa, el mindfulness propone que nos mantengamos en contacto con la emoción y permitamos que esté ahí, pues gracias a ella aprenderemos qué nos quiere decir y cómo controlarla.
Por lo tanto, los beneficios del Mindfulness nos ayudarán tanto en el ámbito laboral como en el personal. Aquí exponemos algunos de ellos:
1.     Vivir el presente, y que el pasado o el futuro no nos impida conseguir la felicidad y el bienestar.
2.     Aprender sobre el estrés y la ansiedad, y reducirlos.
3.     Conseguir una mayor resistencia emocional y psicológica gracias a una mejor gestión de los pensamientos, las emociones y el dolor.
4.     Conseguir estados de relajación profunda.
Aprender a responder, en lugar de reaccionar, ante los problemas.” Gracias a Iria, a Leo y al equipo de Empresas saludables por sus consejos.


Más besos y menos estrés.