Jornada en Barcelona. En el tren hacia la
ciudad condal he participado, por vía telefónica, en nuestra reunión de
dirección de Right Management. Un ejemplo de claridad de ideas, de visión
estratégica y de buen ambiente. Mi gratitud a María José Martín y a todo el
equipo.
Ayer estuve leyendo varios artículos sobre el
nuevo Congreso de los Diputados, surgido tras las elecciones del 20-D y que
todavía no sabemos si tendrá una vida especialmente corta.
En El Mundo, Lucía Méndez titulaba su
artículo ‘El show de los leones’. Doble página sobre este Parlamento tan
pintoresco: “Sin actividad legislativa, el Congreso de los Diputados es ahora
un gran espectáculo mediático. Los actores políticos hacen declaraciones y
ruedas de prensa sin descanso en una Cámara Baja convertida en plató de rodaje
y escenario teatral”. Han pasado dos meses desde las elecciones y “el histórico
hemiciclo es una casa deshabitada con las luces apagadas”. Sin embargo, “la
crisis alumbró una nueva política y la nueva política se ha puesto en escena en
el Congreso como el gran espectáculo de la nación”. L@s diputad@s ya no van a
los platós; son los platós los que se instalan allí. “Las cámaras han
colonizado el Congreso, interactuando con los políticos en una simbiosis
agotadora para ambos, pero muy productiva en cuanto a la fabricación de
imágenes para la gran superproducción que cada día se rueda en el límite de los
dos pasillos”. El actor político cada vez es menos político y más actor. Es un
‘Gran Hermano’, un ‘Show de Truman’, un ‘Matrix’. “Todo se resume en ser o no
ser pantalla” (Gilles Lipovetsky, Jean Serroy). Se trata de entrevistar a Íñigo
Errejón, a Antonio Hernando, a Juan Carlos Girauta, a Carolina Bescansa, a
Antonio Hernando. “En la sociedad expuesta, todo sujeto es su propio objeto de
publicidad. Todo se mide en su valor de exposición. Todo está vuelto hacia
fuera, descubierto, despojado, desvestido y expuesto. Todo está entregado,
desnudo, sin secreto, a la devoración inmediata. Las cosas desparecen en el
exceso de iluminación. La esfera pública se convierte en lugar de exposición.
Un aumento de información y comunicación no esclarece por sí solo el mundo”
(Byung Chul Han, ‘La sociedad de la transparencia’). Mucha declaración, pocas
conclusiones. La VP en funciones y el Secretario de Estado de Relaciones con
las Cortes “no han logrado papel en el espectáculo. Caen en la cuenta de que si
no visitan el pasillo de rodaje es como si no existieran. Apenas encontrarán un
hueco en los títulos de crédito. Otros famosos les han tomado la delantera en
el tiempo de la nueva política”.
La revista Tiempo titulaba en portada
‘Diputados sin oficio ni beneficio’. Los hay que no cobraron ningún ingreso en
2014 (7) o cobraban el paro, una pensión o una beca (14). 51 diputados nunca
han trabajado fuera de la política. El 20% de los de C’s cobraban 850 € y ahora
3.500 €. Tras tres décadas copado por abogados, ahora lo albergan personas que
estaban en el desempleo o con contratos precarios.
Miriam V. de la Hera escribe sobre Miguel
Vila, diputado de Podemos que era operador de cámara en el hemiciclo; ha
doblado el salario. Sus compañeros de formación Nagua Alba (Álava) y Jone
Belarra no percibieron nada durante su último año declarado. La benjamina del
Congreso, María Such (PSOE, Valencia) era becaria; 7.155 € anuales. De los 350
diputados, 128 son funcionarios (el 45% de los diputados del PP, el 48% de los
del PSOE, el 29% de los de Podemos); 53 son profesores universitarios (el 20%
de Podemos, el 15% del PP y del PSOE). El 20% de los Podemitas recibió menos de
10.000 euros anuales. Solo 129 repiten de legislaturas anteriores (el 60% del
PP y el 46% de los diputados del PSOE).
En la portada de Cambio 16, ‘Parlamento POP.
¿El espectáculo entierra la ideología?’ y las fotos en blanco y negro de Bertín
Osborne con Rajoy, Pablo Motos con Rivera, Pablo Iglesias tocando la guitarra,
Soraya bailando, Pedro Sánchez apoyando al danzarín Iceta, Susana Díaz,
Carolina Bescansa, Patxi López y el “rastas”. Puro show.
Íñigo Adúriz se pregunta si está en riesgo la
Calidad Democrática. Es “la tendencia a primar la actitud, la apariencia y los
gestos antes que las ideas”. Un buen discurso sobre el cambio y el
entendimiento del nuevo presidente del Congreso quedó eclipsado por una
diputada amamantando a su bebé. “Se ha perdido el debate sobre las cosas que de
verdad afectan a la gente y se ha desviado a lo que de verdad incumbe a los
políticos, que pueden ser carne de tertulia televisiva” (Juan José Verón,
analista político). Inmediatez, no reflexión. Una política pop que, augura, nos
llevará al desencanto.
¿Cuánto cuesta la incertidumbre política
actual? Según Jesús Fernández Villaverde (Universidad de Pensilvania) y David
López Salido (Reserva Federal), que lo han publicado en la web ‘Nada es gratis’,
en la hipótesis optimista, 126.000 empleos, una subida de 70 puntos en la prima
de riesgo, una menor subida del PIB de 0’4-0’7%. Nada menos.