Coaching de Equipo del Comité de Dirección: ¿Qué hay de lo nuestro?



Primera de las dos jornadas en Cercedilla con el Comité de Dirección de la filial española de la empresa líder absoluta en su sector a nivel mundial, una de las más admiradas en nuestro país y en el mundo. Es el segundo Comité de Dirección consecutivo (ayer, en La Coruña, fue el primero) con el que tengo el privilegio de trabajar esta semana.
Dicho con el mayor de los respetos, no acabo de entender cómo los Comités de Dirección (los de las empresas grandes, pero también los de las pymes) no se “equipan” para ser más productivos y competitivos. ¿Qué ejemplo de liderazgo y de desarrollo del talento están dando al resto de la organización si no invierten tiempo y esfuerzo, a través del coaching estratégico, en dejar de ser un mero grupo y convertirse en un auténtico equipo, en un equipo de verdad, en un equipo de alto rendimiento, con claridad de ideas (retos), cohesionado, con un plan de acción?
¿Tan diferente es un grupo de un equipo de verdad? Desde el punto de vista de los resultados, de las sinergias, sin lugar a dudas. Cinco de cada seis Comités de Dirección de nuestro país no son equipos sino grupos, por lo que no suman sus talentos sino que en buena medida los echan a perder. Un ejercicio de soberbia (de creerse superiores a los demás), de falta de humildad, porque la humildad se define en seguir aprendiendo.
Los equipos no se improvisan. Cuando no somos sistemáticos en el aprendizaje, los grupos humanos son clanes (uno manda y el resto obedece) o tunas (nadie lidera en realidad). No hay equipo sin líder ni líder sin equipo, ya sabes. El Liderazgo es Fluidez: marcar retos, hacer equipo, infundir energía.
¿Cómo podemos saber si un Comité de Dirección, el nuestro por ejemplo si trabajamos por cuenta ajena, es o no un equipo de alto rendimiento? Por diez claves que diferencian uno del otro:
- Los equipos de verdad se diagnostican (fortalezas y oportunidades de mejora) como base para un plan de acción. De la reflexión al descubrimiento. Quien no se examina, como recomendaba Sócrates, es complaciente.
- Los equipos de verdad cuentan con una misión (a qué nos dedicamos) retadora, ilusionante, con una visión de futuro tan ambiciosa como realista, que exige salir de la zona (individual y colectiva) de comodidad, con unos valores que sirven de guía, de principios. Un equipo sin visión, misión ni valores (por mucho que los tenga su compañía expuestos en su web) es incoherente.
- Los equipos de verdad son tolerantes porque saben gestionar su diversidad visible, tangible y especialmente la intangible (en términos de estilos propios de aprendizaje). Lo que no se mide no se aprecia.
- Los equipos de verdad analizan el grado de confianza entre sus integrantes (para seguir prosperando) y establecen reglas de compromiso a modo de contrato.
- Los equipos de verdad se guían por un plan de acción y analizan la consecución de sus objetivos.
Un Comité de Dirección sin diagnóstico ni propuesta de mejora, sin visión, misión ni valores del propio colectivo, sin gestión de la diversidad ni reglas de compromiso, sin plan de acción ni seguimiento, está muy lejos de lo que podría llegar a ser. Y su máxim@ ejecutiv@ no está siendo el/la líder que la empresa merece, con consecuencias desastrosas para la productividad, la eficiencia, la competitividad, la innovación y la atracción y fidelización del talento.

Mi gratitud al CEO de esta gran empresa, que capitanea la iniciativa del Coaching de Equipo de su Comité de Dirección; a la DRH que cree firmemente en ello; a todo el CD y a Santiago Puebla, con quien estoy disfrutando y aprendiendo (que viene a ser lo mismo) estas dos jornadas.