Jornada en Madrid,
con visitas a clientes y reuniones internas.
El pasado fin de
semana, el periodista José Luis Salinas entrevistaba a mi buen amigo Juan José
Almagro, presidente de la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad
Social (Dirse), vicepresidente del comité español de Unicef y consejero de
Mapfre, tras su conferencia en Oviedo con el Club de Calidad. Puedes leer el
artículo al completo en www.lne.es/economia/2015/04/12/desigualdad-talon-aquiles-economia-sueldos/1740054.html
Juanjo Almagro
(Úbeda, Jaén, 1968), doctor en Ciencias del Trabajo, es uno de nuestros grandes
directivos humanistas. Tengo el honor de conocerle desde hace más de 20 años y
en Mapfre hemos trabajado mucho juntos (en su empresa de toda la vida, ha sido
presidente de la Unidad de Recursos Humanos y DG de Comunicación y RSC). Está
convencido, como un servidor y tod@s quienes apostamos por las empresas “Human
Age”, que las empresas son mucho más que maximizadoras de beneficios.
Estamos, en el
Talentismo, ante el renacer de la Responsabilidad Social Corporativa: “Es una época en la que las ilusiones básicas se han agotado, y en la
que es necesario encarar la vida social y económica desde diferentes y nuevos
ideales. En este sentido, cuando hablamos de responsabilidad social estamos
hablando de compromiso. Cuando una empresa, una persona o una institución
tienen poder también tienen responsabilidad, y en el mundo actual las grandes
compañías tienen mucho poder y, por lo tanto, tienen mucha responsabilidad que
debe ser exigida.” Compromiso y nuevos ideales.
¿De qué estamos habando en las empresas? “Cuando
hablamos de esto, hablamos de intangibles que, como los tangibles, forman parte
del balance de una empresa. En el fondo, hoy la responsabilidad social es una
estrategia. No es sólo una forma diferente de dirigir la empresa. Es compromiso
solidario, diálogo, participación, abrir la mano a todos los sectores en los
que la empresa actúa y, a partir de ahí, ser capaces de recibir las peticiones
de los ciudadanos y dar respuesta a sus demandas.”
Juanjo reconocía que “muchos desconfían de la gran empresa”. Y por ello, “tendríamos
que ser capaces de insistir en que las pymes son el principio del futuro cuando
hablamos de responsabilidad social. Sobre todo, porque los ciudadanos han
depositado mucha confianza sobre las pymes, por su cercanía. Y ya no hablo de
transparencia, que es obligada. El dar cuentas es una obligación que tenemos
los humanos cuando ocupamos cargos de responsabilidad. La confianza es
transmitir, a través del ejemplo, que somos portadores de valores, que el
futuro tiene que pasar por el esfuerzo, por el trabajo, por el diálogo, y eso
lo ejemplifican las pymes.”
La crisis, evidentemente, ha afectado a la
RSC. “Ralentizó un movimiento pro responsabilidad social que había hace siete u
ocho años. Y ahora la gente se ha dado cuenta de que es la estrategia adecuada
para hacer un mundo mejor, mejores instituciones y mejores personas y más
formadas.”
Juan José Almagro es, de siempre, un firme
partidario de la dirección por valores. “Hay valores que son eternos. como el
trabajo, el esfuerzo y la decencia. Con la responsabilidad social deberíamos
luchar por el bien común, que no es más que satisfacer las necesidades humanas.”
¿Es
compatible esta filosofía de responsabilidad y bien común con la rentabilidad?
“Una empresa tiene que ser capaz de obtener resultados,
porque sin ellos no se puede generar empleo, pero tiene que ser innovadora,
competitiva y darle algo más a la gente que trabaja en ella, a sus clientes, a
sus colaboradores, a la opinión pública, al lugar donde está implantada... La
UE dice que la responsabilidad social se mide por su impacto en la sociedad.
Las empresas deberían estar más atentas a esto, porque ya no son sólo capital y
trabajo.”
Es más. “Lo que no podemos es hacer que la desigualdad se instale en el seno de
la empresa. La desigualdad es el talón de Aquiles de la economía moderna y
puede conseguir que sólo haya ricos y pobres en el futuro, y no una clase media
con aspiraciones. Los sueldos deben ser justos, equitativos, equilibrados, con
sentido común y no podemos tolerar las diferencias. Deberíamos hablar más de
esto.” “Porque responsabilidad social es también luchar contra el subempleo y
por un trabajo y salario dignos, porque eso es compromiso y las empresas están
obligadas a buscarlo.”
Para reducir
la desigualdad, “Hay que empezar a hablar de una
responsabilidad social exigible: empresas, instituciones, organizaciones y
personas deberíamos formar un frente común contra la desigualdad para crecer,
mejorar como sociedad y tener un desarrollo económico más acorde. No podemos
seguir insistiendo en que el dinero sea el fin de todas las cosas. El dinero es
un mero instrumento y como tal deberíamos considerarlo. Solo desde la educación
los hombres nos hacemos más sabios, más demócratas y mejores profesionales.
Debería ser desde la educación desde donde se lidere el cambio.”
Juanjo es
optimista. “En España hay un tejido empresarial
interesante”, si bien los líderes “faltan en todas partes. Un buen líder no es
el que más manda, es el que marca el camino y logra que los demás lo sigan.
Pero antes que líderes faltan ideales. Deberíamos convencernos de que el ideal
está en nosotros mismos. Los seres humanos deberíamos ser capaces de luchar por
el conjunto y buscar a los líderes que nos lleven hasta ahí.
“El problema es que hemos llegado tarde.
España es un país que se desarrolló con el turismo y el ladrillo. Tendríamos
que empezar a protagonizar un cambio hacia lugares que no tengan que ver con
algo tan etéreo como la construcción. Lo de sol, playa, monumentos es un bien
que atesoramos, pero debemos hacer otras cosas y desde la Universidad, el
conocimiento y la razón es desde donde deberíamos de avanzar.”
El discurso y la acción de Juanjo Almagro no
es nuevo. Lo puso en práctica en Mapfre (y lo sigue haciendo como consejero del
grupo asegurador) y lo ha enunciado en múltiples artículos y en varios libros:
‘El reloj de arena. La mística de los Recursos Humanos’ (2003), ‘Érase una vez…
Jefes, jefazos y jefecillos’ (2005), ‘El penúltimo escalón’ (2008), ‘Aproximación
a la Responsabilidad Social de la Empresa. Reflexiones y propuesta de un modelo’
(2011). Este verano leeré ‘Repensar la Responsabilidad Social. Una mirada desde
los dirse’, con prefacio del Dr. Almagro: www.dirse.es/sites/default/files/libro_dirse.pdf
Gracias, Juanjo, por esta labor tan
importante. Sin consciencia, el ser humano es incompleto. Eres un faro en una
sociedad que, como diría tu buen amigo Antonio Gala, “ha llegado un momento en que
ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro”.