El día de la marmota, Madrid Fusión y el deporte femenino


Ayer fue el día de la marmota o Groundhog day (2 de febrero). La tradición en Norteamérica (Canadá y Estados Unidos) indica que ese día la marmota determina si el invierno durará poco o mucho. En Punxsutawney, Pennsilvania, la mascota Phil es la encargada desde 1887. Según los defensores de la tradición, la mascota acierta entre un 75% y un 90% de las veces; para el National Climatic Data Center, un 39% (menos que una moneda al aire). Este 2015, Punxsutawney Phil ha previsto seis semanas más de invierno (como en cuatro de las últimas cinco ocasiones; solo en 2013 su predicción fue “primavera adelantada”.
El día de la marmota nos remite, inevitablemente, a la deliciosa película ‘Atrapado en el tiempo’, de Harold Ramis. El meteorólogo Phil Connors (Bill Murray) viaja a Punxsutawney con la productora Rita (Andie MacDowell) y el técnico de sonido. Phil se siente frustrado en sus ambiciones y aburrido con su trabajo. Una tormenta de nieve obliga a los tres a pasar la noche en este pueblo. Cada mañana el despertador suena con la misma música (el ‘I got you Babe’ de Sonny & Cher) y se repite la jornada… hasta que Phil descubre lo que puede –y debe- aprender. Al final, es capaz de tocar el piano como un virtuoso, esculpir con destreza en hielo, hablar francés con fluidez y conocerse la vida y milagros de cada habitante de la localidad. Es el amor lo que consigue romper el bucle.
La última cinta de Tom Cruise y Emily Blunt, ‘Al filo del mañana’, tiene una temática similar. Un día que se repite una y otra vez hasta que el protagonista consigue aprender lo suficiente. Fue un fracaso de taquilla: costó 178 M $ y recaudó unos 100 M.    
La que no está “atrapada en el tiempo” es Madrid Fusión, el festival gastronómico que se celebra estos días por aquí, del 2 al 4 de febrero. 32 ponencias diarias, de unos 20 minutos. Mario Sandoval, Elena Arzak, David Muñoz, Pedro Subijana, Mª José San Román, Jesús Pombo, Ángel León, Paco Morales, Andreu Genestra, Joan Roca, Jesús Sánchez, Dani García, Ricard Camarena, Pedro Larrumbe, Marcos Morán, Paco Torreblanca, Nacho Manzano… y el “Alma Makro”, con Fernando Alcazar, Ángel Pérez, Manuel Huete, Hermenegildo Aranda, José Manuel Blanco, Alfonso Delgado y Daniel Walburger.
La gastronomía es uno de los grandes apoyos de la Marca España. El deporte es el otro. Verónica Boquete, la capitana de la selección española de fútbol femenino, ha sido nombrada por la UEFA embajadora de este deporte. #YoquierosercomoVero
El pasado 22 de diciembre, Juan José Mateo escribía en El País: “¿Selecciones femeninas preparadas para luchar por el oro en baloncesto, balonmano o waterpolo? ¿Una española capaz de ganar a las asiáticas en bádminton? ¿Una futbolista de la Península nominada al Balón de Oro? ¿Campeonas en natación? ¿Y en atletismo? Alrededor del deporte femenino español se concentran tantas preguntas cargadas de sorpresa que quizás sería más fácil resumirlas en una sola: ¿En qué no están ganando las deportistas españolas? Este es el repaso a un 2014 sin borrones, lleno de brillos, con triunfos en deportes colectivos e individuales, al aire libre y bajo techo, en piscinas y tartanes. Éxitos basados en el talento, construidos sobre la técnica y amplificados por un intangible que queda resumido en el apodo de las últimas triunfadoras: a las jugadoras de balonmano, plata europea, les dicen las guerreras.
 “Estos resultados son un merecido homenaje a las mujeres de los años 50, a las pioneras, que lucharon contra viento y marea por sacar el deporte femenino adelante”, reflexiona Ruth Beitia, campeona europea de salto de altura, quien, a los 35 años, lleva toda una vida en la elite y puede comparar los cambios. “A nivel económico, las cosas están muchísimo peor que antes, y el que hace deporte ahora lo hace porque le gusta”, añade. “Yo, que estoy superorgullosa de lo conseguido, no quiero hacer bandera de ser mujer, sino que seamos reconocidas como deportistas, como uno más, tener la misma repercusión, independientemente de ser hombres o mujeres”.
En 2014, las portadas se llenaron de cuellos femeninos luciendo medallas. Las hubo en disciplinas minoritarias como el bádminton (Carolina Marín, oro mundial). En deportes de equipo globalizados, en los que la competencia es planetaria (plata mundial en baloncesto y europea en balonmano). Las especialidades de más prestigio, como la natación, santo y seña de los Juegos, también tuvieron sus protagonistas nacionales: en los Europeos, las españolas lograron 13 medallas (Ona Carbonell y sus compañeras de la sincronizada; Da Rocha...); triunfó la selección de waterpolo (oro); y brilló como nadie Mireia Belmonte (seis medallas europeas y cuatro mundiales), que además acabó el curso batiendo tres récords mundiales en piscina corta. Los certámenes más exigentes vieron cosas casi nunca vistas: a una española coronada en atletismo (Beitia) o peleando con las mejores en 400m (Terrero, bronce) y 3.000m obstáculos (Martin, bronce). Las españolas, además, ganaron en golf (Ciganda, Muñoz, Recari y Mozo celebraron la International Crown, su Mundial), en gimnasia rítmica (Aguilar, López, Gavezou, Mohedano y Quereda lograron el título mundial de mazas) o en vela (Alabau, campeona en RSX) y por primera vez se clasificaron para un Mundial de fútbol, lo que le valió a Vero Boquete la nominación para el Balón de Oro.
“Siempre hubo explosión femenina, pero los medios de comunicación estaban más pendientes de lo que ocurría en el deporte masculino”, dice Beitia. “Los deportes de equipo no tenían la misma repercusión que tienen ahora, y seguían siendo campeonas... pero ahora los chicos no están al cien por cien”, añade. “Ha habido un gran bajón en el fútbol masculino; los de waterpolo eran imparables y ahora son las mujeres; en el balonmano, las chicas; en el baloncesto... esa es la explosión. Los Juegos de 2012 fueron el punto de inflexión”, cierra, recordando que el 65% de las medallas españolas (11 de 17) fueron femeninas. Dos años después, se mantiene la tendencia: las españolas han roto todas las barreras.”
Triunfos y licencias por deporte
1.      Atletismo. (25.338 licencias femeninas, por 37.017 masculinas en 2013). En 2014:  Ruth Beitia (bronce mundial bajo techo en salto de altura y oro europeo al aire libre). Indira Terrero (bronce europeo en 400M) y Diana Martin (bronce europeo 3.000m obstáculos).
2.      Baloncesto (Licencias femeninas: 144.748, por 255.405). En 2014: plata mundial absoluto y sub 17. Bronce europeo de la selección sub 16 y sub 18
3.      Balonmano (28.491, por 63.328). En 2014: plata europea
4.      Bádminton (2.826, por 3.978). En 2014 Carolina Marín (Campeona mundial de bádminton).
5.      Fútbol (40.606, por 815.381). En 2014: La selección se clasifica por primera vez para el mundial. Plata en el Mundial sub 17 y en el Europeo sub 19. 
6.      Gimnasia Rítmica (27.903, por 2.919). Sandra Aguilar, Elena López, Artemi Gavezou, Lourdes Mohedano y Alejandra Quereda (Título mundial de mazas).
7.      Golf (88.356, por 206.528). En 2014: Ciganda, Muñoz, Recari y Mozo (International Crown, el Mundial oficioso por países).
8.      Natación (27.684, por 33.562) En 2014: Mireia Belmonte (seis medallas europeas, cuatro mundiales y tres récords mundiales), Duane Da Rocha (oro) Judit Ignacio (plata), Jessica Val (bronce) y selección de sincronizada (cuatro medallas europeas). 
9.      Vela (12.168, por 22.597). En 2014: Marina Alabau (plata mundial en RSX).
10.   Waterpolo (no hay datos desagregados de la natación). Campeonas de Europa.
Podemos aprender, como l@s chefs y l@s mejores deportistas, o vivir una y otra vez “el día de la marmota”, la rutina empobrecedora. Es nuestra elección. Mi gratitud a quienes elegís seguir creciendo.