Jornada entre Galicia y Madrid. Vuelo de las 7,25 de Iberia Express (la
aerolínea low cost más puntual del mundo) a Santiago de Compostela. Sesión de
coaching estratégico de tres horas con uno de los principales empresarios de
nuestro país y vuelta, vía Vigo, a las 16,30 h para llegar a la oficina y
mantener una reunión interna de alto nivel sobre Estrategia y Marca.
En el proceso de coaching estratégico, hemos estado trabajando, a partir
de los objetivos de la sesión anterior, tres componentes esenciales del
Desarrollo del Talento: el Optimismo, el Liderazgo y los Hábitos saludables.
Ya sabes que el Optimismo (entendido, siguiendo a Seligman, como nuestro
estilo interpretativo de la realidad: de lo que sale bien y mal, de nuestra
esperanza, de nuestra autoestima) es el gran predictor del Talento Comercial.
Las personas “optimistas inteligentes” vivimos de media 12 años más que las
pesimistas. El Optimismo se puede –y se debe- desarrollar, en un mundo (y
especialmente en nuestra cultura) en el que lo habitual es lamentarse. Hemos
utilizado el Test del Optimismo de Seligman (un servidor es más partidario de
que el pupilo vaya respondiendo), hemos comentado los resultados y los hemos
incluido en el Plan de Acción.
Después hemos profundizado en el Liderazgo, a través de los seis bloques
y 22 competencias del LEA, adecuadamente definidos, y extraído en opinión
propia las fortalezas y oportunidades de mejora. Creo que se trata de una de
las herramientas más poderosas para conocer tu verdadero Liderazgo y actuar en
consecuencia.
Y finalmente hemos repasado los hábitos tóxicos y, en contraposición, los
hábitos saludables de los que hablé hace unos días en este blog. Cada día nos
asaltan unos 60.000 pensamientos (positivos, negativos) y hemos de elegir los
que más nos convengan.
El Coaching, cuando se hace con rigor, es un proceso insustituible para
la mejora. No me cabe la menor duda. No entiendo que much@s directiv@s y
empresari@s prefieran improvisar en lugar de reflexionar (el gran periodista
Luis Ángel de La Viuda escribía anteayer, a propósito del programa ‘La Clave’,
que hoy el insulto ha ganado a la reflexión), prefieran lo malo conocido que lo
bueno por experimentar, prefieran estar solos que bien acompañados, prefieran
la rutina a la transformación.
Y no digamos los políticos. El pasado domingo, José Juan Toharia Cortés,
presidente de Metroscopia, catedrático de Sociología y al que considero mi
maestro en este ámbito, publicaba un fascinante artículo, ‘El coste político de
la crisis económica… y de la corrupción)’.
“Si las elecciones generales tuvieran lugar ahora, los españoles
aplicarían un claro correctivo a PP y PSOE; no les expulsarían de la arena
política, pero sí reducirían severamente su rango dentro de ella”. Los dos
grandes partidos nacionales son culpables por igual –a juicio de los votantes-
de la crisis “y el enfado no amaina”. Un 83% de los españoles piensa que la
economía va mal y un 67% no cree que mejore en los próximos meses. Para más de
dos tercios (68%) el paro seguirá así. Para el 74%, que España saldrá de la
crisis con mayor pobreza y desigualdad. Con este panorama, Ciudadanos + Podemos
empatan al bipartidismo (39%).
“Pero las elecciones no son mañana”, señala el maestro Toharia. A Podemos
le está pasando factura su dureza verbal, Ciudadanos puede elevarse como
aspirante (Albert Rivera es bien evaluado por sus compatriotas), UPyD e IU son
una incógnita… “El escenario político se mueve mucho y se presenta muy abierto.
La ciudadanía parece dispuesta a cambiar radicalmente el anterior reparto de
cartas entre los distintos actores políticos. De cómo, estos meses, actúen unos
y otros dependerá que al final consigan contar con más o menos ases para el
tiempo nuevo que parece avecinarse”.
Me aventuro a pensar que el coaching (político) tendrá mucho que ver con
el resultado final. Y no me refiero a los asesores/amiguetes a nómina en cada formación,
sino a l@s coaches de alto nivel, l@s Adriana, Fran, Montse, Rubén de este
mundo. Ganarán el reconocimiento de los votantes quienes mejor demuestren
aprender en este mundo VUCA. Por ello, el acompañamiento de coaches de nivel
resulta determinante.
Mi gratitud y admiración hacia ell@s, y hacia empresarios como mi pupilo,
con el que hemos disfrutado esta mañana.