10 diferencias entre los Goya y Ancelotti

Ayer sábado por la tarde/noche asistí -por televisión- a dos espectáculos. El de las 22 horas, una ceremonia de glamour y humor que nos hizo sentir orgullos@s de ser españoles. El de seis horas antes, un partido de fútbol en el que un club con un presupuesto cuatro veces superior al de su gran rival de la ciudad hizo un ridículo espantoso, generando vergüenza entre sus aficionados y entusiasmo entre los colchoneros. Aparentemente, dos circunstancias inconexas en esta sociedad del espectáculo. Sin embargo, quienes creemos en el talento sentimos que podemos aprender mucho del contraste entre ambos.
Éstas son, modestamente, las 10 diferencias que podemos encontrar casi instantáneamente entre la Gala de los Goya 2015 y el Atlético de Madrid - Real Madrid.

1. Un líder. No hay líder sin equipo ni equipo sin líder. Por repetido, esto no deja de ser verdad. En los Goya brilló Dani Rovira. Presentó, hizo monólogo (el "discurso de un minuto", magistral), cantó, bailó claqué, estuvo cariñoso, inspirador e incisivo. Es el "Billy Cristal" nacional. Tuvo gracia hasta presentando los cortos en boxers. En el Real Madrid de las estrellas, el liderazgo brilló por su ausencia. CR7, tras dos partidos por sanción, estuvo desaparecido y dejó que Junafran avanzara por el lado derecho. En el centro del campo se echó de menos a Modric. En la defensa, a Ramos. Y de Casillas, mejor no hablar.
2. Talento. El Talento es Capacidad por Compromiso en el Contexto adecuado. Los Goya comenzaron con una presentación musical enorme, con Ana Belén, Lolita y Miguel Poveda. En el derbi, el Atleti tiró de casta (de la buena, no de la "india" que se habla ahora) y sus jugadores se dejaron el alma cada segundo, como si fuera el último partido de su vida. Enfrente,  jugadores muy caros que no demostraron ser tan valiosos porque se desentendieron del asunto. Citando a Machado, "todo necio confunde valor y precio".
3. La Actitud. La Capacidad es Aptitud y Actitud, y la Actitud se trabaja. La de quienes participaron en la gala de los Goya fue de esfuerzo, agradecimiento, ilusión. Premio a Alberto Rodríguez, director de 'La Isla Mínima' y "susurrador de actores" (Nerea Barros). La actitud del Madrid en el partido se echó a faltar. "Nuestro gran secreto es que no hay estrellas, y todo el que juega lo hace bien" (Gabi, capitán del Atlético).
4. Comercialidad inteligente. ¿Calidad o facturación? No es un dilema real. Los actores/actrices de '8 apellidos vascos', la película más taquillera de la historia de nuestro cine, ganaron los Goya a actor de reparto (Karra Elejalde, que recordó a nuestro Álex Angulo), actriz de reparto (Carmen Machi, que recordó a Amparo Baró) y actor revelación (que Dani compartió cariñosamente con su pareja en la cinta y en la vida, Clara Lago). 10 estatuillas a 'La Isla Mínima', que ha funcionado muy bien en taquilla. Premio al documental de Paco de Lucía, que es soberbio. En el partido de fútbol mencionado, Gareth Bale demostró que tal vez no "vale" lo que se ha pagado por él por su falta de solidaridad (dejó el centro del campo desguarnecido e hizo posible que Siqueira, en su mejor partido como rojiblanco, hilara con Saúl una y otra vez).
5. Un modelo. El presidente de la Academia, González-Macho, reconoció a los embajadores estadounidense y francés, presentes en la Gala, sus modelos culturales en torno al cine. Podemos aprender mucho de ellos, más allá del IVA. En la rueda de prensa posterior al bochorno blanco, Ancelotti no propuso un "modelo de negocio" alternativo. Su "gestión de los egos" no es más que dejarles ir sin corregirles (no es lo mismo cuidar que mimar). Su modelo es la fidelidad, que no la lealtad, a quien le paga.
6. La gestión del tiempo. En realidad, no gestionamos el tiempo sino la energía. Las más de 3 horas y media de la Gala de los Goya fluyeron gracias a la batuta del presentador. Los 90' del derbi se hicieron "molto lungos" (Juanito) al equipo merengue porque no los gestionaron bien. Perdía 2-0 en el minuto 20, se quedó por primera vez en Liga sin marcar y ni siquiera tiró a puerta con solvencia.  
7. Se juega como se entrena. El Atlético de Madrid sabía que el flanco de Coentrao podía ser un colador. Así preparó el partido -de la estrategia a la ejecución- y se llevó el gato el agua (el 4-0 pudo resultar incluso un resultado corto, visto lo visto). Dejar el partido a la improvisación es letal. En los Goya, todo salió muy bien porque se notaba preparado. No olvidemos que "la buena suerte" es preparación + oportunidad. Sin la preparación adecuada, las oportunidades ni se ven.
8. ¿Error o fracaso? Parece que los organizadores de los Goya han aprendido la lección. La reivindicación cutre sirve de poco; lo esencial es la orientación al cliente. Y tras la "espantá" del ministro el año pasado, el "¿le puedo tutear?" de este 2015. Fue, como se ha dicho, una Gala de autocrítica y propósito de enmienda. Los errores son lecciones de aprendizaje; los fracasos son lecciones no aprendida, que te obligan a seguir repitiendo curso (el entrenador del Real Madrid lleva seis partidos consecutivos sin ganarle a Simeone).
9. Sano Orgullo. El Orgullo está basado en datos y sirve para seguir mejorando. El cine español está al alza, con una recaudación de 130 M €, la atracción de 20 M de espectadores y muy buenas películas (La Isla Mínima, El Niño, Relatos salvajes, Ocho apellidos vascos). No podemos confundirlo con la soberbia de quienes se creen "los mejores del mundo" y a la hora de la verdad pierden estrepitosamente contra un conjunto que es el 20% de su presupuesto. "Fue bonito escuchar al público cantar su orgullo" (Simeone).
10. Resistiré. Los tiempos de gloria atraen amigos. Con esa canción del Dúo Dinámico comenzaron los premios del Cine Español. Junto al ministro Wert, el secretario de Estado Lacalle y el presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, la oposición: Pedro Sánchez, Cayo Lara, Rosa Díez... y varios consejeros autonómicos. Es año electoral y ahora el cine vende. El éxito atrae al éxito. Por el contrario, Ancelotti fue un técnico cabizbajo incapaz de hacer reaccionar a nadie. La resiliencia, el aguante, la resistencia, "ni está ni se le espera".

Mi enhorabuena a los organizadores de los Goya 2015 y en especial a su director, Juan Luis Iborra, así como a los seguidores del Atleti. Para mejorar el año que viene (partiendo de la maestría de Dani Rovira), ubicar adecuadamente a mi admirado Álex O`Dogherty, que ayer no sintonizó. Y respecto al Signore Ancelotti, que reconoció en rueda de prensa que fue el peor partido desde que está en el Madrid y que se proclama el responsable, francamente no sé.Cuando le preguntaron cómo había jugado con la BBC (Bale, Benzema, Cristiano) ante un rival con cuatro centrocampistas, respondió: "Con esta delantera hemos ganado un Mundial de Clubes y la Champions. La cuestión no tiene sentido. Si están bien, juegan siempre". La complacencia es tan peligrosa...