Viernes en Madrid.
Almuerzo en La Vaca Argentina del Paseo de la Castellana, junto a la Plaza de
Castilla, con mi hija Zoe (es uno de sus restaurantes favoritos en Madrid) y
luego hemos estado en el Media Markt de Castellana, 200. Por la mañana,
reuniones internas con compañeros de Right Management y de Experis IT. Mi
gratitud a todos ellos (Jaime, Juanjo, Santiago, Miguel Ángel y Fernando).
El pasado
miércoles, durante la jornada de APD en Barcelona sobre el VUCA World y la
Gestión del Talento en un entorno de crecimiento, tuve la oportunidad de
charlar con Silvia Forés, DRH de una firma de auditoría y consultoría con más
de 15 años de experiencia. Silvia es la autora de ‘Solo puede quedar uno.
Diario de un proceso de selección’, libro de reciente publicación que tenía
pendiente leer.
Cada vez creo más
en el “Talento alineado”, a la sabia conjunción entre selección y desarrollo
del talento. Como el desarrollo (el aprendizaje, la educación) es absolutamente
voluntario, únicamente cultivan su talento las personas que realmente quieren
hacerlo. No hay talento innato (el talento no es genético, en absoluto), pero
sí nato, natural. Hay una predisposición biológica (hormonal) hacia
determinados talentos, hacia lo que nos gusta, nos motiva, nos hace disfrutar.
De ahí que l@s mejores seleccionadores/as den con el talento adecuado.
Silvia Forés dedica
este libro a l@s candidat@s que ha tenido y a su padre, de quien aprendió lo
que es. Y divide el texto en una introducción (en la que presenta el propósito
de la obra) y catorce capítulos. El libro es tanto un proceso de selección (con
85 candidatos, del que queda un@) como una reflexión profunda y práctica sobre
cómo seleccionar talento y qué deben hacer l@s candidat@s para ofrecer la mejor
versión de su talento (para ponerse en valor, en definitiva).
De los numerosos
consejos que nos ofrece la autora, me quedo con los siguientes:
1. La bengala de la
esperanza. “Manda tu CV cuanto antes. A partir del 3º o 4º día ya pierdes
oportunidades de ser vist@”.
2. El tamiz del
seleccionador. De 85 candidatos, se excluyen 32 por las preguntas de filtrado.
Silvia recomienda no enviar currícula masivamente; presentar un CV claro,
sincero y bien estructurado; personalizar con una carta de presentación;
incluir una foto de cara, profesional y sonriendo.
3. Rizar el rizo.
Incluir número de teléfono y dirección de correo electrónico; omitir
experiencias poco relevantes; si llevas muchos años en la empresa, explicar la
evolución del puesto de trabajo; vigilar la reputación online; no delegar la
búsqueda de trabajo en otras personas.
4. El teléfono de
la esperanza (la entrevista telefónica). Valorar adecuadamente el nivel de
idiomas; buscar un momento tranquilo para ese dialogo; no enmascarar la
experiencia por temor a paracer sobrecualificad@.
5. Allí estaré (la
cita). Llamar al seleccionador/a por su nombre; adaptarte en lo posible a la
cita, tanto si trabajas como si no; facilitar los documentos requeridos con
celeridad y diligencia.
6. Los duros
momentos de la verdad (de 85 candidatos, hace 14 entrevistas en dos días). Se
necesita sentido común, transparencia e ilusión; mejor pasar desapercibido (la
1ª entrevista es un mecanismo de descarte); los cuatro pecados capitales son
desidia, negatividad, soberbia y mentira.
7. Superar la
gymkhana (las pruebas). Se hacen mejor si un@ está relajad@; en los
psicotécnicos, controlar bien los tiempos; devolver las pruebas presentables,
limpias y con letra entendible.
8. La prueba de
fuego (la entrevista por competencias). Hay que prepararla bien, mostrando
interés e ilusión, no hablando mal de nadie, escuchando atentamente,
mostrándote relajad@, natural y pensando que el/la entrevistador/a desea
ayudarte.
9. ¿Qué dirán de
mí? (las referencias). Aporta siempre referencias: de jefes, de clientes, de
profesores, de compañeros. Su valor es relativo y subjetivo. Su falta genera
desconfianza. No incluyas más de tres referencias en los portales de empleo.
10. El peso de la
conciencia (la decisión de los finalistas). La autora define a l@s candidat@s
con la metáfora de un instrumento musical (un arpa, por su armonía; una
trompeta, de personalidad fuerte y envolvente; una flauta, jovial, divertido,
encantador, algo impetuoso. ¡Magistral!). “La decisión de presentar a l@s
finalistas recae en el seleccionador/a, pero la decisión de contratación es
responsabilidad del cliente”. Actitud positiva y de máxima colaboración.
11. Que no se quede
en papel mojado (los informes). Escuchar al máximo los consejos del
seleccionador/a para la entrevista con el cliente, vestimenta profesional,
máxima información sobre la empresa (interés en trabajar en ella).
12. Tocar fondo al corazón
(Silvia cita a Darrell Royal, que define la suerte como encuentro de la preparación
con la oportunidad). Estudiar profundamente el perfil de cliente y la filosofía
de la empresa; preparar preguntas para el final de la presentación; que el
cliente lleve las riendas de la entrevista.
13. Los amargos
momentos de la espera (esperar pacientemente la decisión del cliente). El proceso
es bidireccional, por lo que puede haber candidat@s que se retiren antes del
final.
14. De la alegría
más grande a la mayor decepción. Llamar al seleccionador para preguntarle por
el estado del proceso y, en caso de descarte, que te incluya en futuros procesos.
“Tod@s hemos sido candidat@s alguna vez y siempre debemos estar preparad@s para
serlo de nuevo”.
Excelente libro.
Gracias, Silvia, por compartirlo con tod@s nosotr@s. La autora adora su profesión
y se nota. Tiene muy claro que el talento se compone de aptitud (que se muestra
en las preguntas de filtrado: edad, estudios, experiencia, etc) y de actitud
(entrevista de competencias), que son la Capacidad, y que ésta multiplica por
el Compromiso (se intuye a lo largo de todo el proceso de selección) en un
Contexto adecuado (el de la empresa cliente: su estrategia, su cultura, sus
valores).
Te recomiendo que
se lo regales a tu seleccionador/a de la empresa. Le servirá para asentar lo
que muy probablemente bien conoce, con una estructura de enorme utilidad. “Confía
en el proceso”, nos enseña la gente de éxito.