Antonio Garrigues y el Liderazgo que exigen los Millenials


Jornada en Barcelona. Puente aéreo a las 7 de la mañana, un par de horas de Coaching Estratégico con uno de los principales directivos de una de los mayores empleadores de Cataluña, comida con parte de nuestro equipo comercial de grandes cuentas, una breve conversación con nuestras directoras de Personas y Talento, Sistemas y Excelencia y RSC y una reunión para valorar internamente a ManpowerGroup como Top Employer (y sacar conclusiones para el plan de acción del año 2015). Vuelta a Madrid a las 18,25 en el AVE directo, con la sensación de un día intenso y fructífero.
He estado leyendo el libro ‘Antonio Garrigues Walker. Testigo clave de medio siglo de nuestra historia’, de los jóvenes y brillantes periodistas jurídicos Carlos García-León y Borja Martínez-Echevarría. Una biografía que merece mucho la pena. Desgraciadamente, no pude estar en la presentación del mismo, y sinceramente me hubiera gustado.
Aprecio y admiro a Antonio Garrigues, con quien he tenido el privilegio de compartir distintos eventos. Entre ellos, su reconocimiento como Líder Humanista por el Foro de Silos (un servidor ha recibido este 2014, con muchísimo menor mérito, el mismo galardón). Y poco antes del verano, su participación en la jornada de APD para jóvenes celebrada en Kinépolis, en la que tuve el honor de ejercer de maestro de ceremonias. Antonio Garrigues es no solo uno de los mejores abogados de la historia de España, sino un ilustre liberal, un humanista profundo y un empresario y directivo, un gran líder, que ha ayudado como pocos a transformar y modernizar nuestro país.
El texto, con prólogo de Nuria Espert, parte del paralelismo entre los Garrigues y los Kennedy (su padre, D. Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate, fue embajador de España en Washington y el Vaticano, y gran amigo de Joe Kennedy, JFK y su viuda Jacqueline), su tío Joaquín (el catedrático amigo de José Antonio), su vocación como futbolista, su etapa en el Colegio del Pilar, la relación con su hermano Joaquín (político con el que compartió bufete y falleció de leucemia en 1980, a los 47 años), la inspiración de Miguel Delibes, la idea de crear un despacho como los anglosajones (hoy Garrigues es la mayor firma de abogados de Europa), la inversión de Ford en España, el asalto a la política con el Partido Liberal y la Operación Reformista (en la que estuvieron Miquel Roca y Florentino Pérez), su influencia como presidente de APD (una Asociación con la que me siento íntimamente implicado) de 1976 a 1982, la amenaza del Grapo, su conexión con Rockefeller, la Comisión Trilateral, su excelente relación con la Corona, su admiración por Felipe González, la fusión con Arthur Andersen (abril de 1997), en la que jugó un papel muy relevante Alberto Terol (mi “coach” en la casa, gracias a Carlos López Combarros), la desaparición de Andersen por el escándalo de Enron (2002), el depegue del bufete, el incendio del Windsor, Garrigues humanista, la superación del cáncer de pulmón, las representaciones de sus obras en Sotogrande… El último capítulo se llama ‘El futuro es HOY’, como el excelente libro de Francisco Alcaide y Laura Chica también recién aparecido.
He disfrutado mucho con esta biografía de Antonio Garrigues, un gran humanista a quien le apasiona el futuro.
Mi gratitud hacia él, hacia su equipo y sus biógrafos. Este país nuestro tan pintoresco cuenta y ha contado con enormes abogados, como Emilio Cuatrecasas, Rodrigo Uría o el propio Antonio. Garantes de las leyes, creadores de grandes empresas, transformadores de la sociedad.
Hablando de Liderazgo, ayer Marshall Goldsmith (uno de los mejores coaches de EE UU) publicó en el blog de The Huff Post los resultados de un estudio que ha realizado con Accenture sobre las cinco cualidades que exigen los “Millenials” (la generación que se está incorporando al mercado laboral). Son:
-       Pensar globalmente
-       Apreciar la diversidad cultural
-       Demostrar expertise tecnológico
-       Construir alianzas
-       Compartir el liderazgo
“La principal labor del Consejero Delegado es elegir al próxim@ Consejer@ Delegad@, porque la sucesión es crítica”, opina Marshall Goldsmith.