Cómo aprender del 1-5


Anoche estuve viendo el primer partido de La Roja en el Mundial 2014 en el restaurante Albarracín de la plaza del Carmen de Zaragoza. Conviene recordar la diferencia entre un error y un fracaso. Del error se aprender; el fracaso te hunde. Si nos referimos a un partido como el 1-5 de ayer como “escándalo”, “humillación” o “ridículo” no aprenderemos nada. Si seguimos confiando en nuestro equipo, podemos empezar perdiendo (toda una cura de humildad) y acabar ganando.
He estado leyendo el artículo ‘El resbalón de los emblemas’, de Jordi Quixano. A partir de él, podemos extraer hasta once conclusiones para aprender de la derrota y, a ser posible, que no se vuelva a producir.
- Un entrenador que arriesgó. “Van Gaal, acorde con sus ideas y rifirrafes institucionales del Ajax, se rebeló al cruyffismo y puso una zaga de cinco. Librillo que reivindicaba el repliegue y la contra, fiado a la desfiguración del juego rival y las ocasiones esporádicas. Le salió de rechupete; España ofreció un agujero en la zaga que aprovecharon Robben y Van Persie, que necesitaron media para meter cuatro, aliñados con un quinto de De Vrij. Descalabro expresado desde los emblemas, con Casillas fuera de sitio y con Xavi en el banco tras torcerse el duelo.”
- El falso confort de los laterales. “La defensa de Van Gaal liberó a los laterales de España, que disfrutaron de un teórico partido poco exigente, más allá de las ayudas y coberturas puntuales que debían ofrecer y no dieron a los centrales. Para Azpilicueta, sin embargo y sin ayudas de la línea anterior, Blind supuso un quebradero de cabeza. En ataque, ambos estiraron el campo, pero no hubo receptor para sus centros.”
- La red de los centrales. “Descolocados de inicio Martins Indi y De Vrij por el juego de entrelíneas, se recompusieron a tiempo para tejer una red infranqueable. Pero solo Vlaar demostró ser un zaguero de alta alcurnia, excelente en las ayudas, fenomenal para desactivar a Diego Costa. Si bien su única misión era lanzar obuses a la cabeza de Van Persie, en defensa naufragó sobre todo De Vrij, que picó en el recorte de Diego Costa para cometer el penalti. Aunque se resarció en el segundo acto, con un gol de cabeza.
- Ascensor Blind. “Se resistió a su condición de tapón y corrió por el costado, mal marcado por Silva. Puso un centro desde la medular que Van Persie resolvió y otro que Robben transformó.”
- Boquete en la zaga. “Ramos y Piqué se parecen en el blanco de los ojos porque uno juega desde atrás y ordena —aunque no le salió el golpeo de desplazamiento—, al tiempo que el otro salta, corrige, corre y anticipa. Armas suficientes para anular la táctica de la contra holandesa. Pero no se entendieron los centrales, des-compenetrados, lentos y hasta torpes, y crearon un agujero negro para el disfrute oranje.
- Xavi y Xabi, unidireccionales. “Mientras Alonso perseguía el pase largo a la carrera de Costa, Xavi daba un paso al frente para recibir, girar y tocar, maniobras solventes que sirvieron para dar el pase definitivo a Costa en el penalti. Pero ninguno descifró el juego de velocidad adverso y se perdieron al tiempo que lo hizo el balón de los pies de España. Acabaron en el banquillo.”
- El triunfo del músculo. “Tiraron de las patadas y el contacto De Guzmán y De Jong para restar el juego por medio de España. Ambos se ensañaron con Busquets, pero el colegiado obvió sacarles la tarjeta amarilla. Generosos, reivindicaron la capitalidad del esfuerzo frente a la calidad.”
- La voz de Silva. “Discutido porque le arrebató el puesto a Pedro, asumió el protagonismo en la zona de tres cuartos, airoso en el último pase y en la mezcla. Le faltó seguir a Blind y pisar el área rival. Cuando lo hizo, le anularon el gol correctamente.”
- Iniesta y Diego Costa juegan solos. “Le costó poner el desequilibrio porque recibió la patada antes que el hueco. Pero Iniesta fue el primero en probar la portería rival con un chut lejano que saludó al larguero y dio pases de escuadra y cartabón. Duró poco, lo que tardó Holanda en golpear. Algo similar le ocurrió a Costa, abucheado por la hinchada local por su pasaporte brasileño. Se peleó con su sombra en busca del desmarque y el balón, y forzó el penalti que marcó Alonso. Y se acabó su partido, como el de España.”
- Dos flechas, cuatro goles. “Les reclamó Van Gaal trabajo —tenían que coger a los laterales en caso de que subieran— y un partido con más tino que protagonismo. Sacaron un excelente los dos porque descosieron a Ramos y Piqué al tiempo que autografiaron dos goles por barba.”
- El resbalón de Casillas. Dejo esto para lo último, aunque Jordi Quixano lo escribe al principio de su artículo. “Su primera parada a Sneijder, evocación de la final del anterior Mundial con Robben, fue un espejismo. Pudo fallar en el primer gol de Van Persie porque se quedó a media salida, sin opciones de cazar el centro ni de anular el remate que situó su récord de imbatibilidad en 477 minutos, por detrás de Zenga (517) y Shilton (500). Nada pudo hacer ante Robben en el segundo y quinto tanto, y menos en el tercero porque Van Persie le hizo falta. La pifia llegó en el cuarto; un mal control que el 9 castigó.” Estoy con Ignacio Camacho: “Iker se ha ganado de sobra el derecho a una mala noche”.

Estos diez errores se pueden resumir en dos: la falta de tándem en defensa y en el mediocampo. En ‘Por qué La Roja funciona y nuestro país todavía no’, un diccionario descolocado, la Dra. Leonor Gallardo y un servidor asignábamos la D a ‘De dos en dos’. Escribíamos: “El tándem es la unidad mínima del Liderazgo. Las bajas de David Villa en ataque (uno de los máximos goleadores del Mundial 2010) y de Carles Puyol en defensa obligaban a que La Roja apostara por dos tándem. Con un pequeño problema: ambos estaban formados por jugadores temperamentales del Real Madrid y del FC Barcelona, los dos grandes rivales de la Liga y la Champions. “Jamás la relación entre el Real Madrid y el Barcelona ha sido más abiertamente hostil que en los últimos dos años y, sin embargo, los jugadores de ambos clubes que han representado a España en esta Eurocopa (nunca menos de ocho sobre el campo) se han comportado con un exquisito profesionalismo; no han delatado en ningún momento la más mínima fricción”, escribió John Carlin en su columna deportiva un día antes de la final de la Eurocopa 2012. Tanto Sergio Ramos y Gerard Piqué en defensa como Sergi Busquets y Xabi Alonso en el centro del campo tenían que funcionar como uno solo. Y lo han hecho superando las expectativas de todos. El resultado: solo un gol encajando (el de Di Natale, en el primer partido del campeonato) y doce marcados.
Sin tándem no hay tiki-taka. El Talento es Capacidad, sí, pero también Compromiso (la energía, física, mental, emocional y de valores, que le ponemos a lo que hacemos). A Van Gaal le salió la partida como había previsto. Del Bosque no quiere culpables (lo que muestra, una vez más, su serenidad y sabiduría); sin embargo, debe cambiar el ecosistema para el partido contra Chile.