Molière en bicicleta. Comercialidad, Talento y buenas historias


Esta mañana he estado viendo “Molière en bicicleta”, dirigida por Phillipe Le Guay e interpretada por dos grandes actores, Fabrice Luchini (co-creador de la idea junto con el director) y Lambert Wilson. Cuenta la historia de Serge Tanneur, un eminente actor que abandona su profesión en el cénit de su carrera y se traslada a vivir a la isla de Ré como un ermitaño. Allí le visita Gautier Valence, famoso por una teleserie, que le pide que regrese a las tablas para interpretar con él “El Misántropo” de Molière. Completan el reparto principal Maya Sansa (la italiana Francesca) y Laurie Bordesoules (Zoe).
Me parece una película exquisita, que nos hace reflexionar sobre lo comercial (las series de televisión frente al teatro, la calidad artística vs la fama) y el talento. Ya sabes que para algunos de nosotros, Talento es “poner en valor lo que sabes, quieres y puedes hacer”. En el mundo actual, la puesta en valor tiene más que ver con lo comercial (el contexto) que con la capacidad en estado puro.
Phillipe Le Guay, experto en literatura francesa que ha realizado una comedia romántica, un film noir y una comedia coral, además de dos películas para televisión, deconstruye “El Misántropo” en clave actual. Stephen Holden publicaba en The New York Times la crítica a la película, con el título “Odiar a la humanidad en dos ruedas” (www.nytimes.com/2014/04/23/movies/bicycling-with-moliere-deconstructs-the-misanthrope.html?_r=0). Serge y Gautier ensayan la obra de Molière con la esperanza de interpretar el papel principal, el de Alceste. El otro ha de interpretar a Filinto, con quien debate sobre la moralidad y la ética en la sociedad. La pugna se intensifica cuando aparece Francesca, una malhumorada agente inmobiliaria italiana que se está divorciando. Y lleva el tema del talento al extremo cuando Zoe, actriz X que va a rodar en Bucarest, quiere aprender de ellos y les recita un poema de “El Misántropo”.
Una muy grata sorpresa este “Molière en bicicleta”. Estoy en racha después de ver, sin esperarlo, la argentina “Inevitable”, la inglesa “Mejor otro día” y esta cinta gala.
He estado leyendo el último número de Actualidad Económica, con Ernesto Antolín (VP del Grupo Antolín) en portada. Siento especial aprecio por esta compañía burgalesa líder mundial, y en especial por María Helena Antolín, directora de Marketing, Comunicación  y Relaciones Institucionales de la compañía.
También me ha interesado mucho el artículo de Marta García Aller “Adecco quiere molar”. Marta escribe: “La empresa ha cambiado mucho en los últimos años. Y no solo en imagen. La crisis ha reducido su tamaño. Pero la ha hecho más competitiva. El Trabajo Temporal ya es solo el 50% de su negocio”. Enrique Sánchez, el presidente de Adecco para España, Portugal y Latinoamérica, fichó hace casi tres años a Margarita Álvarez, que entonces era presidenta del Instituto de la Felicidad de Coca-Cola, como directora de marketing y comunicación. “Todo nuestro marketing, más que pivotar en torno a un modelo de vallas en campos de fútbol o insertando publicidad estática, consiste en contar historias” (Margarita Sánchez). Según el Estudio de Notoriedad y Conocimiento del Instituto Sondea, en 2011 el 46% percibía a Adecco como líder del sector; en 2013, más del 60%. En términos de reputación, ha pasado en dos años de 9’3% al 30’5% en compromiso con la sociedad, del 22’1% al 42’4% en confianza y del 29’9% al 51% como expertos en empleo. “Quiero que Adecco mole” (Margarita Salas).
Mi gratitud a los buenos directores de cine como Phillipe y a las buenas periodistas económicas, como Marta.