Las diferentes personalidades de los dos líderes más influyentes


Domingo de temperatura sumamente agradable en Madrid. Fútbol femenino por la mañana, comida en casa de mis padres, lectura y la película “Ocho apellidos vascos” de Emilio Martínez-Lazaro (muy divertida), de la que hablaré mañana.
He estado leyendo en la prensa dominical sobre la personalidad del Papa Francisco (un año como sumo pontífice) y Vladimir Putin, amo y señor de la gran patria Rusia. Los dos líderes más influyentes de nuestro tiempo, con permiso de Barack Obama (una esperanza que nos ha defraudado) y Ángela Merkel (una dama “de plomo” y no de hierro).
En ABC, Juan Vicente Río (corresponsal en el Vaticano) nos cuenta el libro “La vida oculta de Bergoglio”, del periodista argentino Armando Rubén Puente. El cardenal Jorge Mario Bergoglio creció en un hogar de valores piamonteses, maduró el paso final de su vocación jesuita en Alcalá de Henares (1970-1971), aprendió mucho del padre Arrupe y forjó su valentía contra la “guerra sucia” en su país.
Mi admirado José Antonio Marina, en su artículo “Ideas” de El Mundo, se refiere al Papa Francisco y a su probable ataque desde la teología más rigurosa. “Históricamente, el cristianismo pasó de ser una forma de vida, basada en la imitación de Jesús de Nazaret, a ser la aceptación de un credo basado en conceptos filosóficos y teológicos de dudosa procedencia. Es lo que he llamado ‘deriva gnóstica’ del cristianismo. Originariamente, fe era confiar en la promesa de alguien. Después se convirtió en la aceptación de un dogma. Creo que si Jesús hubiera asistido a los concilios de Nicea, Constantinopla y Éfeso donde se discutía sobre él, no habría entendido nada”, escribe certeramente JAM. Y añade: “Francisco pretende volver al cristianismo como forma de vida. Y el problema que se plantea es ¿puede el cristianismo vivir sin teología?”. Es, efectivamente, un debate de importancia trascendental.
En el otro extremo, Vladimir Putin. Vladimir Vladimirovich (el terecr varón de una familia de clase media-baja; sus hermanos fallecieron antes de que él naciera) ingresó en el KGB a los 23 años tras estudiar en la Universidad. Fue enviado en 1985 a la RDA, donde estuvo hasta 1990. Director del FSB (heredero del KGB) en 1998 y tres veces Presidente de la Rusia democrática. Bucea, cabalga, caza, es cinturón sexto dan de judo, experto en karate, le gustan los relojes muy caros, tiene una novia 31 años menor que él y es amigo de Berlusconi y su falta de química con Obama es más que evidente (la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice, que habla ruso y se especializó en la URSS, opina que para Putin la guerra fría acabó “trágicamente” y busca revancha).
 Nacido en San Petersburgo (entonces Leningrado) hace 61 años, su padrino fue Anatoli Sobchak (alcalde de la ciudad), Boris Yeltsin (una especie de padre) y el millonario dueño del Chelsea Abramovich (que es como su hermano). A sus colaboradores les recomienda libros de los filósofos nacionalistas Vladimir Soloviov, Nikolai Berdiayev e Iván Ilin, que a finales del XIX propusieron el renacimiento espiritual ruso.
Hoy por hoy, 2014 mantiene ciertas similitudes con la situación de hace un siglo. Crimea vota unirse a Rusia y Putin sueña (como en su día Hitler) “ampliar su espacio”. Y no teme a Occidente, porque nos considera unos gallinas. En estos momentos, tiene una popularidad en su país del 68%.
También en la prensa de hoy, la dieta de l@s centenari@s: Los hábitos influyen en nuestra salud más que la genética. Los consejos son conocidos (pero no tan practicados): 5 raciones de frutas y verduras al día (antioxidantes naturales), legumbres como plato principal 2-3 veces a la semana, frutos secos naturales 3 veces a la semana, agua con frecuencia y lácteos desnatados, 3 comidas principales al día, 30 minutos diarios como mínimo de ejercicio físico, pescado 3 veces por semana (el azul es rico en Omega 3). Los países más longevos, España y Japón, comparten una dieta sana. Y el estudio de la Wilkes University según el cual el sexo es el mejor tratamiento de belleza, porque mejora las defensas, reduce la hipertensión y adelgaza. La liberación de oxitocina calma el dolor (hasta un 110% más), potencia la cicatrización de las heridas y favorece el sueño. La secreción de estrógenos mejora la hidratación de la piel, da fuerza y brillo al cabello y previene la osteoporosis.
Me han gustado las entrevistas a Roberto Saviano (“La guerra del narco se libra en los mercados financieros de Europa”), Imanol Arias (“Los Goya son el gran negocio periodístico. Al día siguiente salen multitud de páginas hablando de la gala y ni una sola línea de las películas. Solo se habla de lo que hacemos nosotros”), Vicente del Bosque (“Somos muy buenos. Pues lo que hay que hacer para salir adelante es aplicarnos con modestia”), Keira Knightley (“Tienes que fiarte de tu instinto y de los directores que respetan tu trabajo”) y Toni Servillo, el protagonista de ‘La gran belleza’ (“Ya no se cree ni en nada ni en nadie. Vivimos en la incertidumbre”). Además, Carmen Sánchez-Silva y David Fernández escriben en El País Negocios de los “Directivos españoles por el mundo” (un@s 60 ejecutiv@s que demuestran su liderazgo en un entorno global). He tenido la fortuna de trabajar con buena parte de ell@s.
Y John Carlin, en su columna “El Córner Inglés”, habla de un libro sobre Neymar en el que se le aclama como ‘El nuevo Pelé’. Así son las cosas: no conviene repartir la piel antes de matar al oso. John comenta: “Una cosa es jugar contra Fluminense y otra contra el Valadolid”. Confieso que la Dra. Gallardo y un servidor nos planteamos para esta temporada escribir un libro sobre Neymar-Messi y Bale-Cristiano como modelos. Pero no hubo caso. El propio Carlin, al que quiero como amigo y admiro  como periodista, hizo un libro estupendo, “Los ángeles blancos”, que no cuajó porque el Real Madrid de los galácticos perdió la final de Copa contra el Zaragoza y no alzó la Champions.
Mi gratitud a l@s líderes de verdad y a quienes nos informan sobre ell@s.