Viernes
en Madrid. Esta noche pasada he sufrido un pequeño corte de digestión (ya sabes
que el cerebro es el órgano de las emociones), pero nada importante. A seguir
en la brecha. Almuerzo con uno de los principales head-hunters de nuestro país
y a las 18,30 en el Instituto de Empresa para ver la presentación del libro El arte de ser humano de Raúl Baltar,
presidente del Banco Exterior de Venezuela. Una semana más tarde, “devolución
de la visita” a la que le hizo un servidor en Caracas.
Me
gustó mucho ayer por la tarde (a eso de las 7 pm) el espacio Gen40, con Chenoa
(1975). Nos habló de los Hombres G (“Sufre, mamón”), de su primera versión (“On
my own” de Nikka Costa), de Luis Miguel, de Miguel Bosé, del dueto entre Whitney
Houston y María Carey (“When you believe”), de los Beatles, de las coreografías
de Rafaella Carrá (“Para hacer bien el amor hay que venir al sur”) y M. C.
Hammer… La canción que le pone de buen humor es “Todo irá bien”, de ella misma
(la canta en casa). Me quito el sombrero ante el criterio y el talento de
Chenoa.
He
estado leyendo, por supuesto, El arte de
ser humano (en la empresa) de Raúl Baltar. Un libro que dedica a Pamela, su
esposa, María y Luana, sus hijas. La obra de un hombre culto, muy aficionado a
la lectura (Raúl confiesa leer unos 25 libros al año), al que le gustaría
escribir y que Pamela animó para que lo hiciera. Un acierto. Gracias, Pamela,
por esa motivación.
Divide
el autor la obra en siete apartados:
1.
Liderazgo, algo nada sencillo. Raúl establece interesantes paralelismos entre
la empresa y el deporte. “Creo firmemente que los líderes para tiempos de
crisis comienzan a serlo justo desde los tiempos de bonanza”, afirma con
acierto. Nos habla de cómo han cambiado los tiempos: la Catedral de Santiago
tardó en terminarse 236 años, la Torre de Dubai cinco; el primer transplante de
corazón (Dr. Christian Barnard, 1967) tardó 9 horas, ahora menos de 3 (el
primer paciente vivió 18 días más y ahora 3 de cada 4 sobreviven más de 5
años); el vuelo de los hermanos Wright, 97 km/h… Y después establece un
paralelismo muy interesante entre Doce
hombres sin piedad (Sidney Lumet, 1957) y el primer partido de La Roja en
Sudáfrica 2010, contra Suiza (una dolorosa derrota). “El convertirse en juez
puede parecer sencillo pero entraña una complejidad técnica y ética
considerable.” En el capítulo, varios apuntes sobre Arthur Andersen (gran
empresa a la que ambos pertenecimos y de la que nos sentimos muy orgullosos), El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad,
el Clima Laboral (medido en variables como Credibilidad, Respeto,
Imparcialidad, Camaradería y Orgullo, como hace el Great Place to Work) y El
extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde de Stevenson. “No hay nada como una
buena intención y una herramienta de clima laboral para que esas dualidades se
evidencien y puedan evitarse”.
2.
Trabajo en Equipo: Raúl nos ofrece la parábola
de Sadhu, peregrino en la India. “Necesitamos honrar más a nuestros equipos
y menos a nuestros líderes agresivos y a nuestros talentos rebeldes” (Robert
Reich). El autor compara al “flautista de Hamelín”, al gran Michael Jordan (6
anillos de la NBA) y al coach Phil Jackson (11 anillos: 6 con Jordan, 3 con
Shaq, 2 con Kobe). De Mr. Scrooge (Cuento
de Navidad) a Evaristo González (Banco Zaragozano) y Lance Armstrong (la
lucha por la vida).
3.
Comunicación. Filípides (la Maratón), El
Hablador de Mario Vargas Llosa, Don Quijote y los molinos.
4.
Preparación. La primera Maratón de Raúl, Nueva York; las expectativas, El viejo y el mar de Hemingway, El discurso del rey, Jack Welch, la
Coca-Cola…
5.
Valores. El Coaching, el Evangelio según San Mateo (“Si un ciego se mete a
guiar a otro ciego, ambos caen en el hoyo”), Bernard Shaw (“La libertad genera
responsabilidad. Es lo que la mayoría de los hombres ignoran”), el juramento
hipocrático y el código de Harvard de 2007. El
Gatopardo de Lampedusa y El traje
nuevo del Emperador de Andersen.
6. Cambio
= Evolución. El Beagle y Darwin, el
Apolo 13 (“Houston, tenemos un problema”), el Efecto Beckett, la ley de la reciprocidad (Cialdini) y El miedo a la libertad de Erich Fromm.
7.
Calidad, en tres actos. “El verdadero potencial de una persona se pone en
marcha no cuando se le dice hacia dónde tiene que ir, sino cuando esa persona
descubre el mejor lugar al que dirigirse” (Mario Alonso Puig). Las ISO,
Leonardo, el “Imagine” de Lennon, Un
mundo feliz de Huxley, El Discurso
del Método de Descartes y El
economista camuflado de Tim Hartford (“No necesitamos a Hawking para
explicar cómo funciona un banco”).
Me ha
parecido que El arte de ser humano (en la
empresa) es un libro muy personal, muy valiente y muy generoso. Un libro
que no te puedes perder, basado en reflexiones íntimas de un gran deportista,
ejecutivo y sobre todo ser humano.
Este
libro tan estupendo, que alimenta la introspección, me ha recordado la canción
“Ser humano otra vez” (de La bella y la
bestia, aunque no aparecía en la película original y sí en el musical). Los
utensilios (la Sra. Potts, Dingdong, Lumiére) cantan juntos: “Barre el dolor, la
falta de amor y tíralos ya/
Ser humano otra vez, solo humano otra vez/
Pues
la chica nos va a liberar/
Es volver a sentir, es volver a reír/
De la vida
poder disfrutar/
Es jugar otra vez, descansar otra vez/
Que su amor no se
haga esperar /
Coladitos están, cuándo lo admitirán/
Y que vuelva a ser yo
logrará.../ Es bailar otra vez, es girar otra vez /
y es mover fácilmente los
pies/
Ser humano otra vez, solo humano otra vez/
con aquel viejo vals, un,
dos, tres/
Y frotar otra vez, y limpiarse otra vez/
y pisar fuerte estés
donde estés/
Volveré a ser real/
Volverá a ser genial/
Cuando al amanecer,
pueda al fin renacer/
¡Ser humano igual que ayer!”. Puedes
recordarlo en www.youtube.com/watch?v=E3EGY5m1iXA
El
Amor hace cumplir los sueños.