¿Cómo puede dar ejemplo un CoDir que no es un Equipo?


Me ha encantado la presentación del I Programa de Coaching Ejecutivo Estratégico en Asturias, que comenzará tras el verano. Una iniciativa de Formastur (muchas gracias, Luis, Marta y todo el equipo, ¡sois muy grandes!) y del Club Asturiano de Calidad, una institución que marca la pauta en el Principado en lo que la calidad (también a la calidad directiva) se refiere. Mi gratitud a Alberto Martínez, Paula Rivero, Francisco Menéndez, Marino Zapatero y toda la Junta del CAC, que realiza una gran labor por las empresas asturianas.
En estos tiempos difíciles, las empresas no deberían olvidar tres conceptos clave. El primero, que el 60% de la productividad es calidad directiva (España, en Calidad Directiva es el país nº 43 del mundo, imperdonable para la 12ª economía del planeta). El segundo, que el Clima Laboral supone el 44% de los resultados y depende en un 70% del Liderazgo. Y tercero, que una de las mayores fuentes de eficacia está en que el primer nivel de dirección sea un equipo.
¿Cómo podemos saber si un CoDir (un Comité de Dirección) es un Equipo de VERDAD, es decir, un conjunto de personas que realmente genera sinergias? Muy sencillo: puntúa a tu Equipo de Dirección (formes parte de una pyme, de una gran empresa, de una de las 35 del IBEX) en estas seis variables (mínimo 1 punto, máximo 10):
-       ¿Tienen realmente una VISIÓN COMPARTIDA?
-       ¿Analizan los problemas y toman decisiones profesionalmente (es decir, debaten abiertamente el problema y, una vez que deciden, van tod@s a una?
-       ¿Hay suficiente DIVERSIDAD en el Equipo?
-       ¿Hay dentro del Equipo CONFIANZA y COMPROMISO?
-       ¿Se dedica el CoDir a aprender, a mejorar, a innovar continuamente?
-       ¿Analiza seriamente a los competidores y el dinamismo del entorno?
Suma las puntuaciones y, si no han alcanzado los 50 puntos, tu CoDir no es un Equipo de VERDAD. Hay una gran oportunidad de mejora en que se convierta en un verdadero equipo.
Ayer, vuelo de Barcelona a Madrid a las 17’10 y de Madrid a Asturias a las 20 h. Hoy, de Asturias a Madrid a las 17’45 h. En los tres casos, con Iberia, por supuesto. Es una compañía en la que confío (y que está haciendo mucho mejor las cosas, por cierto) porque confía en mí. Así es la reciprocidad y la confianza, tan importantes en el talentismo.
Y tres buenas noticias que pudimos leer ayer. El maravilloso artículo de mi querido y admirado Juan José Almagro, ese gran humanista en Cinco Días: “Una historia irrepetible”. Comienza así: “El ubetense Antonio Muñoz Molina, flamante premio Príncipe de Asturias, tiene escrito que la memoria de los primeros años de nuestra vida no nos corresponde a nosotros sino a quienes nos dieron la vida, nos educaron y nos vieron crecer”. El maestro Almagro está pensando en Rafa Nadal y en su prematura eliminación de Wimbledon. Nos recuerda que en el 92, cuando Carlos Costa acababa de ganar el Campeonato de España, Toni Nadal (tío y coach del gran Rafa) pronosticó para su sobrino sin pestañear un gran futuro en el mundo del tenis (Carlos Costa es, como sabes, el manager de Rafa Nadal). Almagro cita a Rosa Montero: “ni el éxito ni el fracaso son estaciones de destino sino de paso, intercambiables y efímeras”. El autor considera que “La educación es lo menor material que existe, pero es la fuerza espiritual y lo más importante para los pueblos”. “La educación es un bien esencial para que los ciudadanos podamos ser libres en la sociedad que hemos elegido para vivir, y para que gracias a esos conocimientos podamos desempeñar democráticamente nuestro trabajo, fomentando la sociabilidad, la razón, la cultura y nuesras aficiones deportivas”. El ejemplo de Rafa Nadal, esa historia irrepetible, lo es no solo de desarrollo de su talento, sino de “valores, esfuerzo, urbanidad, darle valor a la palabra, ser decente, apreciar los derechos individuales y respetar las diferencias”.
En el Financial Times, a página entera, Carlos Moro (Matarromera). Su compañía vinícola de Ribera del Duero es un ejemplo de emprendizaje, de innovaciones (como el vino sin alcohol) y de marca poderosa (Matarromera se “descorcha” en 80 países). Desde 2007, mayor expansión internacional (hoy vende fuera más del 70% de su producción) y mayor presencia en el lineal (vinos más asequibles). Enhorabuena, Carlos, por este artículo de Tobias Buck, un reconocimiento mundial a tu buen hacer.
Y la reapertura del restaurante de Sergi Arola tras la “visita” de los inspectores de hacienda. Como ha comentado el propio Sergi, ha recibido un alud de solidaridad de sus compañeros chefs.
Y hablando de calidad, de excelencia y de gastronomía, hoy hemos comido en el templo de la fabada asturiana, en Casa Gerardo, en Prendes (a 9 km de Gijón). Hemos tenido la oportunidad de charlar con Pedro, y con su hijo, Marcos Morán (la que han montado en la City londinense, el restaurante Hispania, es impresionante). Puedes verlo en www.conmuchagula.com/2013/06/07/hispania-london-buena-cocina-espanola-en-el-centro-financiero-britanico/ Y hemos disfrutado de la mejor fabada del mundo. ¡Ahí queda eso! Una comida así con Luis, Irene y Marta tiene un valor incalculable.