Me habría
encantado asistir esta mañana al I Campus de Dirección de Personas de APD
Barcelona, sobre “Empresas emocionalmente inteligentes: cómo organizar el
talento y la productividad”. Apertura de Anton Costas, catedrático de política
económica de la UB y VP del Cercle d’Economia. Ponencias, sucesivamente, de
Álex Rovira (La buena suerte, La brújula
interior, Los siete poderes), Imma Puig (Retratos de familia), Mario Alonso Puig (Madera de líder, Reinventarse, Vivir es un asunto urgente), María
Obiols (Directora de personas de Desigual), Juan Mateo (Liderazgo, Cuentos que mi jefe nunca me contó) y Sonia Corrochano
(Directora del aeropuerto de El Prat). La mayoría, grandes amigos. Ha sido un
gran éxito, como no podía ser de otra manera.
He estado
leyendo La creatividad económica, de
José Antonio Marina y Santiago Satrústegui. Una investigación sobre cómo
deberían ser las inteligencias creativas (en este caso, aplicada a la economía,
como en el libro de JAM con Álvaro Pombo aplicada a la literatura, en el de JAM
con Eva Marina, al aprendizaje de la creatividad y pronto a la creatividad
tecnológica). A modo de tráiler, y para que lo conviertas en obligada lectura
de verano, te propongo algunas frases y párrafos:
- “El único
modo de cambiar la economía sea cambiar las ideas que tenemos sobre la
economía”.
- “La
creatividad ha acompañado siempre a la especie humana. No es exagerado decir
que es la protagonista del proceso de humanización”.
- “El
predominio de la tecnología innovadora como factor clave del crecimiento
económico ha hecho que la creatividad pase de ser un mero rasgo positivo a un
producto codiciado en el mercado global” (Shelley Carson, El cerebro creativo).
- “Paralización
veloz” (aceleración superficial y parálisis profunda), según Jameson, Virilio o
Inneraririty.
- Necesitamos
un nuevo paradigma. Como el de Amartya Sen, que propone medir la riqueza por el
desarrollo de las capacidades humanas.
- “El talento
es la gran riqueza de los individuos. Y también de las familias, las
instituciones, las empresas o las naciones”. La palabra talento suele
utilizarse con gran vaguedad. Es “inteligencia resuelta” (que resuelve
problemas, que avanza con resolución), cuya función principal es dirigir bien
el comportamiento. “Y esto significa elegir bien las metas adecuadas, movilizar
los conocimientos necesarios, gestionar las emociones y desarrollar las
destrezas ejecutivas imprescindibles para alcanzarlas, entre ellas la toma de
decisiones. Se trata, pues, de una función práctica. No hay talentos presuntos
o inactivos”.
- El talento
como inteligencia en acción. “El asunto es de tal envergadura que hay un
poderoso afán de generar talento. Ahora sabemos que el talento no está antes,
sino después de la educación, a la que podremos considerar la gran generadora
de talento. Y el aprendizaje es su gran motor”.
- “La
creatividad, parte del talento”.
- “No podemos
salir del campo económico”. Su gran creación es el dinero: valor de cambio,
unidad de cuenta, reserva de valor, instrumento para especular y para expandir
la economía y crear riqueza.
- “Todavía no
comprendo del todo por qué ocurrió” (Alan Greenspan, sobre la crisis). “Por eso
hace falta yba reforma de la inteligencia económica”, escriben los autores. “La
ética es el único medio viable para capturar el valor económico potencial que
existe por encima y más allá del asegurado por el funcionamiento de los
mercados” (James Buchanan, Premio Nobel de Economía). “Nosotros, los
economistas, hemos equivocado las prioridades. Pensábamos que podíamos comenzar
con la inversión de capitales, pero tendríamos que haber empezado con la
inversión en educación” (John Kenneth Galbraith).
- La
creatividad tiene que inventar metas.
- Crear es
producir novedades valiosas. Por eso, al final la evaluación es la que define
la creatividad.
- “Emprender es
un modo de entenderse como sujeto. Lo contrario de emprender es depender”.
- Hay una
quíntuple creatividad que soluciona el tema: la de crear puestos de trabajo
(empresarios), la de inventar el propio puesto de trabajo (autoempleo), l de
preparar el futuro laboral (educación), la de reciclarse y aprovechar las
oportunidades (reeducación) y la aumentar el capital social (Putnam) de su
comunidad. Son cinco maneras de emprender, imprescindibles en estos tiempos.
- Ejemplos de
tres grandes empresarios: Amancio Ortega, Steve Jobs y Richard Branson. Los
tres unieron en Zara, Apple y Virgin respectivamente tres grandes capacidades:
iniciar, innovar y gestionar. Emprender es “perseguir la oportunidad más allá
de los recursos disponibles” (Howard Stevenson).
- ¿Cómo acaba La creatividad económica? Como empezó,
con un cántico al talento. Explicando la diferencia entre “mecanismo del
mercado” y “religión del mercado”. Con un proyecto ético que no es un proyecto
económico. Y, de una forma genial, con la generosidad. “Con la misma
contundencia que la avaricia es despreciada, en todas las culturas se alaba la
generosidad. Generosidad es una
palabra maravillosa. Procede de engendrar;
es, pues, símbolo de fertilidad. Pero también significa nobleza y valor y esfuerzo en las empresas”. La
generosidad es lo que define la verdadera nobleza. Noble es el que da más de lo
obligado. Miserable, el que da menos. “Nos encontramos así en el corazón de la
creatividad, de la responsabilidad expansiva, del quehacer ascendente, de la invención
de posibilidades, de la pasión realizadora. Frente a la cicatería que nos
empequeñece, esas personas nos ennoblecen a todos”.
Personas como
José Antonio Marina, grande entre los grandes pensadores, y Santiago Satrústegui,
asesor financiero (Manufacturers Hannover, AB Asesores, Morgan Stanley) que
ahora dirige Abante. Muchas gracias a los dos por este libro tan apasionante.