Ayer en el día de Europa, estuve participando en la grabación del piloto de un programa sobre Educación dirigido
y presentado por José Antonio Marina. Un gran honor y una enorme satisfacción
formar parte, humildemente, de una iniciativa tan grandiosa como la de mostrar
el aprendizaje en un formato televisivo. Ojalá el programa funcione muy bien,
porque sería síntoma de una sociedad sana y en avance. Mi agradecimiento a José Antonio, Cortijo, David y todo el resto del equipo.
Antes de ayer por la tarde, tras llegar de Barcelona, estuve trabajando con el Comité de Dirección de Recursos Humanos de una de las principales empresas europeas,
líder absoluta en su sector, que destaca ampliamente por la innovación en
tecnología y que sin embargo considera que tiene campo para la mejora en
generar una cultura innovadora, en la innovación en la gestión y en el elemento
humano.
Básicamente estuvimos trabajando sobre dos modelos:
el llamado “del ADN de la Innovación” de Jeff Dyer, Hal Gregersen y Clayton
Christensen (el padre de la Innovación
disruptiva) y el Impacto en la comunicación (modelo CREATE) de Chris Brogan
y Julien Smith.
El ADN de la Innovación (en realidad, la Cultura de
la Innovación, porque el ADN es inmutable y la cultura está viva) parte de la
premisa de que la innovación disruptiva está en cada un@ de nosotr@s y de que
debemos fomentar cinco hábitos (para Christensen et al, son cinco habilidades;
creo que debemos convertirlas en comportamientos; es más, en conductas
habituales), que son:
- la Asociación (mezclar ideas en principio disjuntas).
- la Observación
- el Cuestionamiento
- el Networking (redes sociales)
- la Experimentación
Hemos estado aprovechando buenas prácticas como llas
de Apple Computer, Inditex, las invenciones de Leonardo o Facebook para que los
participantes, a través de pequeños ejercicios, las adapten a la realidad de su
admirable empresa.
Repecto al modelo CREATE, pone el foco en la
Diferenciación (Contrast, en inglés), el Alcance (Reach), la Exposición
(Exposure), la Confianza (Trust) y el Eco (Echo). A través de ejemplos como El
Circo del Sol, Paulo Coelho, El Celler de Can Roca, TED o la cantante británica
Adéle pueden surgir reflexiones y descubrimientos para la acción.
Mi gratitud a Ana C. y Ana M., Antonio, Blas,
Daniel, Felipe, Fernando L. y Fernando R., Jorge, José Luis, Mariano, Marisa,
Pilar, Santiago, Soledad y Tamara.
Bien sabes que los equipos no se improvisan (si
entendemos un equipo como un grupo humano que suma, que genera sinergias) y los
equipos innovadores, aún menos. Da gusto aprender junto a grandes
profesionales, de enorme valía, que son muy conscientes de que todavía no han
alcanzado la mejor versión de sí mismos. Mi enhorabuena por ello. Lo mejor está
por llegar.