Creo firmemente
que, para entender nuestra cultura nacional, pocos documentos son tan valiosos
como la película El alma de La Roja de
Santiago Zannou. La historia de la selección española de fútbol y de sus
“maldiciones” en cuartos (en realidad, vértigo, temor a ganar y a quedar por
tanto entre los cuatro primeros; vértigo que “se quita” siendo realmente un
equipo, como pasó en 2008, 2010 y 2012, lo que a convertido a La Roja en un
“equipo de leyenda”). Sin embargo, no podemos evitar complicarnos la vida en lo
fácil (empate en el Vicente Calderón contra Francia, empate en El Molinón
contra Finlandia, ambos en las postrimerías del partido y contra todo pronóstico)
y tener que apelar a la épica (el 12-1 contra Malta, o ganar en París a los
anfitriones), que en realidad es lo que nos va. El 0-1 en París es engañoso; La Roja es superior en valor a Les bleus, Xavi Hernández y Andrés
Iniesta no han jugado su mejor partido (y eso en nuestra selección se nota
siempre), Jesús Navas es un fenómeno y Piqué, Busquets, Ramos, Monreal y Xabi
Alonso han estado descomunales. En Francia, Benzema está negado al gol (12
partidos consecutivos sin marcar) y Ribéry y Varane, en sus ocasiones, no han
tenido fortuna gracias a Valdés. Os agradecemos que nos sigáis haciendo
felices.
He estado
leyendo Qué le hace feliz a tu cerebro y
por qué deberías hacer lo contrario es un libro del neurocientífico y pedagogo
David DiSalvo. El libro es tan excepcional que merece una entrada enterita para
él solo. Será mañana, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide.
Hablando de
libros, me siento sanamente orgulloso de que en Del Capitalismo al Talentismo me refería, respecto al cambio de
época, a Beppe Grillo (hoy árbitro de la política italiana) y a Chipre. Javier
Solana, profe de ESADE y ex Mr. PESC, se refería ayer a este pequeño país
mediterráneo en un artículo de opinión titulado Chipre tiene que cambiar de modelo: http://elpais.com/elpais/2013/03/25/opinion/1364244303_021709.html
Don Javier nos
recordaba que en las elecciones presidenciales chipriotas del pasado febrero el
tema principal no fue la reunificación, sino la economía. El ganador, Nikos Anastasiadis,
empezó su presidencia hace solo tres semanas con un mandato netamente
económico. Las condiciones de la troika son muy duras (Solana cree que para
ellos “lo peor ha pasado ya”), pero cuenta con riqueza energética. “Chipre
es el último ejemplo de la crisis económica que afecta a las naciones
mediterráneas. Durante años, el país ha creado una inmensa burbuja bancaria,
cuyo tamaño se estima que sea unas siete veces el tamaño anual de la economía
chipriota. El sector bancario se alimentó con dinero extranjero atraído por un
impuesto de sociedades muy bajo y altos rendimientos en los depósitos, que
convertían a Chipre en un paraíso fiscal. Todo ello en el cómodo marco de
seguridad jurídica de la zona euro.” Una bicoca. De Rusia
proviene un tercio de los 68.000 M € en los bancos de Chipre. El país necesita
ser “rescatado” (es gracioso, cuando no patético, el nuevo lenguaje financiero
que utilizamos hoy en día) por 17.000 M €. Y ahora, la gran frase del artículo:
“El país podía haberse convertido en lugar de lavado de dinero negro de
corporaciones rusas”. Ah, ¿es que no ha ocurrido ya? Pero hay más: bajo su
suelo hay un yacimiento de gas (descubierto por Noble, compañía de EE UU, en
diciembre de 2011) valorado en 80.000 M €. La producción comenzará en 2018. “Para
Europa, de enorme dependencia energética, significa una fuente de
abastecimiento crucial”, escribe JS. En 2010, Chipre firmó un acuerdo con
Israel.
Chipre es un
tablero de ajedrez entre rusos, chinos e israelíes, y debería resolver el
conflicto grecoturco (Grecia, la pobre Grecia, es el 2º país de la UE en gasto
militar relativo). Solana concluye: “Anastasiadis lleva menos de un mes en el
cargo y ya está en el centro de la tormenta económica perfecta. Más allá de la
crisis, sin embargo, hay algo de luz en el horizonte. Esperemos que la pequeña
isla y el resto de vecinos del Mediterráneo oriental sepan construir los
puentes para alcanzarlo”. Ojalá. A los amigos de “la luz al final del
túnel” y de los “brotes verdes” me gusta recordarles aquellas sabias palabras
de Einstein: “Seguir haciendo lo mismo y esperar un resultado diferente es una
especie de locura”.
Mi agradecimiento
a quienes, más allá de la épica, se esfuerzan en cada partido y apuestan por su
aprendizaje, por el desarrollo de su talento. De ell@s es el futuro en el
Talentismo.