Las trece metas del Presidente Peña Nieto


¡Qué bien lo pasé ayer almorzando con mi amigo Roberto Matosas en Los Canarios! Roberto, una leyenda del fútbol como jugador (Peñarol, River Plate, Toluca, la selección uruguaya del Mundial del 70 que llegó a semifinales; cinco campeonatos uruguayos, dos copas libertadores, una intercontinental y una liga mexicana), es muy querido como ex entrenador en Veracruz. Nos hicieron varias fotos en el Malecón (en una de ellas, con el libro Del Capitalismo al Talentismo en la mano, Roberto decía: “El Talentismo ha llegado a Veracruz”). Gracias, querido amigo, por este rato tan agradable, en el que hemos hablado de educación, de talento, de fútbol, de liderazgo, ante un delicioso cóctel de camarones y una paella valenciana.  
El nuevo Presidente de México Enrique Peña Nieto ha comenzado su mandato el pasado fin de semana con una declaración de principios para el sexenio.
Ante cientos de invitados en el Palacio Nacional y millones de ciudadanos a través de las cadenas de televisión, EPN mostró sus “trece decisiones presidenciales” y sus “cinco ejes de gobierno”. Las trece propuestas de futuro son:
1.    Programa para prevenir el delito.
2.    Publicar la Ley de Víctimas.
3.    Homologar los códigos penales.
4.    Cruzada contra el hambre.
5.    Seguro de viaje a jefas de familia.
6.    Pensión a personas mayores de 65 años.
7.    Reformar la Ley de Educación.
8.    Infraestructuras de carretera y puertos.
9.    Regreso de trenes de pasajeros.
10.Licitar dos cadenas de televisión abierta.
11.Ordenar deuda de gobiernos locales.
12.Plan económico 2013 sin déficit.
13.Decreto con plan de austeridad.

“Con estas decisiones presidenciales iniciamos el camino”,  declaró el Presidente Peña Nieto. “Vendrán, por supuesto, más decisiones. Y reitero mi compromiso de lograr consensos para impulsar, en su momento, una reforma energética, una reforma hacendaria y una reforma a nuestro régimen de seguridad social”.
Los cinco grandes ejes de su gobierno serán la mejora de la seguridad y la justicia, el combate a la pobreza, la educación de calidad para todos, el crecimiento económico sólido y el reposicionamiento de México ante el mundo. Nobles ideales. En sus palabras: “Hoy los mexicanos queremos un cambio, queremos elevar la calidad de vida de las familias mexicanas. Este anhelo está presente a lo largo de todo el territorio. Es el deseo de un cambio seguro, con rumbo y con dirección”. En la vieja Europa echamos de menos equipos de gobierno con programas de transformación. México parte de atrás, en desventaja; es evidente. Sin embargo, en los próximos años se va a convertir en uno de los grandes países del planeta. Desde un gran pacto (que han firmado los grandes partidos nacionales: PRI, PRD y PAN), hay un compromiso “por la paz, la justicia, la prosperidad, el respeto y el orgullo de nuestra casa común, ésta, que es México”, como ha declarado con entusiasmo el nuevo presidente. Y concluyó: “Es el momento de México”. Muchos estamos convencidos de ello.
Hay mucho que hacer. 46,2% de la población (52 millones de personas, 4 millones más que en 2008) está por debajo del nivel de pobreza. El 33% de la población tiene difícil el acceso a la salud (en 2000 era el 58%), el 19% a la educación (era el 26% en 2000) y el 19% a la vivienda (el 44% en 2000). Recrudecimiento de la violencia: más de 12.000 muertos en 2011 y más de 47.000 de diciembre de 2006 a finales de 2011. Crecimiento del PIB del 3,7%, desempleo del 5,2% e inflación del 3,8%. Un PIB de 1.185 M $ (con una población de 115 M personas).
Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar presentan en el último número de la revista nexos El nuevo paradigma mexicano. Se trata de dejar atrás los lastres mentales (he hablado de ellos en este blog). Un modelo mental con diez novedades:
1. La convicción de que no hay otra vía legítima para alcanzar el poder o conservarlo que las elecciones libres, equitativas y democráticas.
2. El clamor contra la corrupción; la exigencia de transparencia y rendición de cuentas en todas las instancias del gobierno.
3. El compromiso universal con los derechos humanos, el Estado de derecho, la igualdad ante la ley.
4. La solución a la baja calidad de las instituciones de justicia y seguridad pública.
5. El imperativo moral de combatir la pobreza: seguridad social universal y clases medias mayoritarias y homogéneas.
6. El rechazo a toda política de déficit público, desequilibrios macroeconómicos y discrecionalidad en el gasto público.
7. Una cultura pública contraria a monopolios y oligopolios.
8. Apertura a las ventajas de la globalización, el libre económico y la integración económica con América del Norte.
9. Rechazo a la violencia y exigencia de un Estado fuerte capaz de contenerla, dando seguridad a los ciudadanos.
10. Una potente aspiración de crecimiento económico, oportunidades, empleos, creación de riqueza y prosperidad.
Estos 10 mandamientos, siendo todos importantes, pueden condensarse en uno: la educación. Enrique Florescano, el mejor historiador del país, asevera en una entrevista en la revista Líder de Veracruz que México necesita un cambio radical. “No podemos dejarle a la televisión y a los medios de comunicación masivos el que creen esa idea en los niños y jóvenes de que el valor más alto es el consumo. Eso es lo peor que le puede pasar a una sociedad. La desvertebración de las redes sociales”. “(La clase política) es una carga que nos cuesta mucho, porque es una de las clases políticas que más dinero gana en el mundo, que menos trabaja efectivamente por lo que le pagamos, que menos nos representa en nuestras aspiraciones, pues no tenemos seguridad, no tenemos empleo, no tenemos buena educación, no tenemos buena salud. Y todo eso es consecuencia de la incapacidad de la clase política para unirse y hacer los cambios que necesita este país”. “El problemas es que nuestras universidades les están enseñando lo mismo que me enseñaron a mí hace 50 años, y esta población necesita un cambio en las formas de enseñanza, en las formas pedagógicas, en las materias”.
México acaba de firmar una especie de “Pactos de la Moncloa” y por ello hay esperanza. Al otro lado del Atlántico, en la madre patria, la última encuesta de Metroscopia revela que el 87% de los ciudadanos valora negativamente la situación política. El 73% es crítico con la forma en la que el gobierno está gestionando la crisis, el 68% considera que improvisa constantemente, el 71% desaprueba al presidente Rajoy (20 puntos más que en marzo; el 60% de sus votantes no tiene ya fe en él) y el 81% de los votantes de Rubalcaba desconfía del líder de la oposición. Entre los ministros, Gallardón es el 2º peor valorado, solo delante de Wert. El PP ha perdido más de 13 puntos desde las últimas elecciones, y el PSOE más de seis. Descalabro del bipartidismo, con ventajas para IU y UPyD.
Mi agradecimiento a Roberto, a Gloria y a Jesús, que tan amablemente me ha llevado desde el aeropuerto de la ciudad de México a Cuernavaca. Cariñosamente, me llama “profe”. Como la película de Cantinflas. Un honor.