Un ejemplo para hacer negocios y las ventajas económicas de la paz


Ayer por la tarde terminó la primera parte del viaje de esta semana, la etapa colombiana. En Medellín, en el seminario Liderazgo: Qué le enseña el deporte a la empresa he tenido el privilegio de trabajar con el Presidente, VP y parte del equipo directivo de Postobón (la liga colombiana se llama Liga Postobón y la compañía es dueña del Atlético Nacional, 11 campeón de la Primera A, actual campeón de la Superliga colombiana, cuyo reto es ser el mejor equipo de América en diciembre de 2016; con la calidad directiva y la calidad de ideas que he observado, me parece un desafío tan alcanzable como ilusionante), Renault Sofasa o Colgate Palmolive. De Medellín me llevo, entre otras cosas, ir siguiendo a Juan Carlos Osorio, el entrenador del Nacional, para comprobar los éxitos del equipo.
En Bogotá, el seminario antes mencionado contó con unos 50 profesionales. Me llevo la ilusión y la excelente acogida de todos ellos, así como el libro De la mano con el fútbol, de ex jugador profesional, técnico y actual comentarista deportivo (El Heraldo de Barranquilla, y en radio Fútbol, Padrenuestro y goles, con el Padre Alberto Linero y el pibe Valderrama). Y además me han entrevistado para la prensa (Colprensa, El Tiempo, Portafolio), para la radio (RCN Noticias, Radio Caracol en directo con Darío Arizmendi, el programa más escuchado de la radio en Colombia) y para la televisión (Canal ET de El Tiempo, con cobertura nacional e internacional; RCNC; Caracol TV... Gracias a Nixon y Judi en ET, Mauricio y Ana Mª en RCNC 24 horas y a Carlos en Caracol TV, grandes profesionales). Estoy muy impresionado, y muy agradecido (gracias, Pablo, Claudia, Hernando) del impacto mediático que ha supuesto mi primera visita a Colombia.
Luis Álvarez, presidente de BT para EMEA y América Latina, estuvo estos días en Bogotá. Ayer pudimos leer en Portafolio una entrevista con Luis: “Colombia se ha convertido en un ejemplo para hacer negocios”, declaraba este directivo al que admiro. Estabilidad jurídica que ofrece el gobierno, buen desempeño de la economía, profesionalismo de las empresas… “En Colombia hemos visto que la mayor parte de nuestros clientes multinacionales está invirtiendo, ya que el poder adquisitivo per cápita está creciendo muy bien”. “Creemos que es el país que tiene todas las características para hacer negocios y es una economía sostenible”, declaraba Luis Álvarez Satorre. 450 M de libras en inversiones globales de BT, 200 empleos directos en Colombia. Centro de Excelencia en el país (elegido entre las 22 naciones de América Latina en las que opera la compañía”. Y por supuesto, algo muy propio de Luis, en lo que cree firmemente: “El reto está en la formación”.
El proceso de paz con la Farc que comenzará en octubre en Oslo impulsará aún más la economía colombiana (el peso del conflicto es entre el 0’8 y el 1’7% del PIB). ¿A mejorar? Solo el 32% de los colombianos confía en las empresas; es el país más desconfiado en ese sentido en todo el continente americano, y el 21 entre 26 países a nivel global. Indonesia es el país con mayor confianza en sus empresas, 78%, y Francia es el más desconfiado, 28%.
“La hipótesis es que en Colombia la confianza está tan baja porque en la época de las bombas, secuestros, atentados y violencia dura, las empresas se mimetizaron, quitaron los avisos a sus fachadas y camiones, y esa fue la manera de operar durante esos casi 20 años, teniendo un perfil muy bajo” (Oswaldo Acevedo, presidente de Yanhaas).
Ese es el impacto de lo intangible (llevado a lo tangible, la visibilidad) en los negocios. Según este estudio, el sector que más confianza genera en el país es Alimentos (56%) y el que menos, la industria tabaquera (14%), seguida de la minería (20%). La petrolera está en la zona media, con el 39%.
Confianza, el pilar de los pilares para que un país, una empresa o una persona tengan éxitos. Autoconfianza (seguridad en un@ mism@) para obtener confianza de los demás (que se logra confiando en ell@s).
Y para que la Confianza aumente, el Liderazgo es la clave.

La “última cena” de la etapa colombiana fue en Andrés carne de res en Bogotá. Un clásico de los clásicos, al que suelen ir García Márquez, Fernando Botero, el presidente de la república. Un lugar sorprendente, sugerente y muy divertido. Toda una experiencia. ¿Qué tiene de especial? Todo, desde la decoración hasta la vestimenta de los camareros a los actores y actrices que pasan disfrazados por las mesas a las coronas y bandas que colocan a los comensales o la música en vivo. Y todo ello, por supuesto, con una comida deliciosa. Gracias, Pablo, por llevarme a un sitio tan famoso y tan especial. “Este hogar encendido, paraíso pagano. El mundo al revés. Restaurante atípico, restaurante locombiano, es el reflejo de años de trabajo y dedicación”, dicen en su web. Se nota.
En un interesante libro, Colombia Curiosa, de Jorge Consuegra, se dice de este restaurante colombiano: "El equipo de cocineros, meseros y demás del restaurante "Andrés carne de res" está en capacidad de atender a más de 2.000 clientes casi simultáneamente, con un batallón de 1.500 personas. En 2008 llegó a facturar 34,3 millones de dólares. Un cliente puede encontrar a la carta más o menos unas 800 posibilidades de diferentes comidas, cócteles, vinos, cafés, bizcochos, etc". Economías de escala, estrategia de océano azul, eficiencia, capital organizativo. Un ejemplo de éxito en Bogotá.