El verano ya
llegó, y con él el fin de la temporada. Por la mañana, he estado en el SEK de
Ciudalcampo con Zoe, para recoger sus notas (me he acordado conscientemente de
lo que nos enseña Carol Dweck, la profesora de Stanford, sobre el Talento: no
es fijo –vales o no vales- sino de superación, de mejora, de esfuerzo; los
profesores han elogiado a mi hija su voluntad, capacidad y compromiso de irse
superando). Ojalá transformáramos una sociedad de “listos” (que lo saben todo) en
una sociedad de entregados (que ponen toda la carne en el asador, que se
comprometen por dar lo mejor de sí mismos): ¡qué gran cambio sería! En
cualquier caso, mis felicitaciones a las mamás y a los papás cuyos hijos acaban
el cole estos días. La educación es la inversión más importante.
Y por tarde, hoy y mañana, las dos penúltimas sesiones del Programa de
Liderazgo Innovador y Coaching Estratégico en ESIC Zaragoza en su primera
edición. Un programa especialmente exitoso, más allá de la calidad de los profesores,
por la excelente selección de los alumnos (su implicación, su diversidad, su
talento individual y colectivo en definitiva). Precisamente sobre un tema
particularmente grato, el Coaching de
Equipo.
Es una lástima que en más del 80% de las ocasiones que formamos parte de
un grupo de trabajo, éste no se convierte en un equipo (un equipo es un grupo
que genera sinergias, que sus resultados son mayores que individualmente). Como
he repetido en muchas ocasiones, un equipo no se improvisa: es cuestión de seis
claves (lo que llamamos Equipo de VERDAD), que hemos empezado hoy a trabajar.
Además, aprovechando que estamos en plena Eurocopa y que mañana juega La Roja,
he querido poner ejemplos de la que ganamos hace cuatro años, con Luis
Aragonés, y del Mundial 2010 (a partir de lo que la Dra. Leonor Gallardo y un
servidor escribimos en La Roja. El
triunfo de un equipo y El Mundial de
La Roja) para entender mejor cómo funciona un equipo en la práctica.
La V es de Visión compartida. Los auténticos equipos dedican tiempo y
esfuerzo a compartir quiénes son (misión), a dónde van (visión) y qué es
importante para ellos (valores).
La E es de Enfoque profesional de análisis de problemas y toma de
decisiones en equipo, que incluye proceso abierto (marco de referencia, debate)
y proceso cerrado (decisión, comunicación, ejecución).
La R es de Roles complementarios (Diversidad). Los equipos eficaces miden
y entienden su diversidad intangible (estilos de aprendizaje, diversigrama).
La D es de Desarrollo de la Confianza (como “cuenta corriente emocional,
que diría Covey) y del Compromiso (a través de “reglas del juego” que
involucran a todos los miembros del equipo).
La A es de Aprendizaje, de avance, de desarrollo, de mejora continua.
Como en todo coaching, tras la reflexión y el descubrimiento, el plan de acción
para arraigar nuevos hábitos.
La D es de Dinamismo. Los equipos ganadores, como cualquier organismo
viven, tienen tasas de cambio iguales o superiores a las del entorno.
Hoy los alumnos del Programa del Liderazgo Innovador y Coaching
Estratégico se han familiarizado con este modelo y han utilizado las
herramientas de medición (el cuestionario de autodiagnóstico de equipo; el test
de fortalezas características de Seligman; la misión, visión y valores del
equipo). Mañana utilizarán el test de estilos de aprendizaje de David Kolb, la
integración de sus diversitipos en el equipo, las reglas de compromiso y el
plan de acción.
He estado leyendo Pensar rápido,
pensar despacio, de Daniel Kahneman. Admiro mucho a este psicólogo estadounidense
e israelí nacido en Tel Aviv en 1934 que tanto ha contribuido a la teoría de la
decisión en el ámbito de la incertidumbre y que recibió el premio Nobel de
Economía (sin ser economista) en 2002. Sin embargo, este libro de unas 680
páginas, ni es abiertamente divulgativo (por lo que aburre en demasía) ni es
realmente técnico. Se queda a medio camino y resulta un tostón. Lo lamento
mucho, porque Kahneman es uno de los padres de la psicología positiva y porque
su idea de los “dos sistemas” (el sistema 1, que es rápido, intuitivo y
emocional, y el sistema 2, que es más lento, deliberativo y lógico) es muy
interesante. Pero no hace falta un volumen tan grueso y tan poco ameno para
hablarnos de los errores y los límites del pensamiento rápido, y de la
influencia de la intuición en nuestras conductas.
Tras la clase y después de cenar un poco, he ido a ver una película
argentina, La suerte en tus manos. Cuando
estaba en el cine me han llamado para avisarme del fallecimiento de mi buen
amigo Juan Luis Galiardo. Es una figura tan importante en las artes que merece que mañana le
dedique este blog in extenso. No puedo
decir aquello de “descanse en paz”, porque el bueno de Juan Luis ni sabía
descansar (era pura energía) ni sabía estar en paz (la suya era la lucha contra
la injusticia, y su interpretación de El
avaro, una gran prueba de ello).