10 preguntas sobre Coaching

Un sábado muy completo. Compras por el día del padre (y por San Patricio, santo de mi hermana pequeña). Almuerzo en el nuevo Tommy Mel’s de Las Tablas. Un restaurante tematizado con estética de los 50 (muy necesaria esa alegría de post-guerra mundial para estos tiempos), muy entretenido, con un servicio y una atención magníficos.

Y por la tarde, a las 17h 30’ en la Sala Triángulo (c/Zurita, 20 en Lavapies), una obra de teatro para niños: “La fea durmiente”. Cuatro espléndidos actores en escena (María Alarcón, Íñigo Asiáin, Lola Manzanares y Carmen Santamaría), muy bien dirigidos por Jorge Cabrera, cantando además canciones originales (compuestas por Juan Cáliz). Una versión muy original del cuento, para niños y grandes, que reivindica la autenticidad y la belleza interior por encima de lo superficial. La vis cómica de mi amiga Carmen Santamaría, actriz-coach, es espectacular.

De la prensa de hoy quiero fijarme en el artículo sobre coaching que ha escrito Montse Mateos en Expansión. Aprecio mucho a Montse como persona y la admiro profesionalmente como periodista. Por ello, y por la importancia que para muchos de nosotros tiene el Coaching, me permito completarlo respondiendo a una serie de preguntas sobre el mismo.

- El coaching, ¿es un coste o una inversión? Es una inversión (sus consecuencias duran más de un año) y además, muy rentable. Se estima que el ROI es entre el 600% y el 1.100% del tiempo y del dinero invertido. “Los directores de recursos humanos más escépticos consideran que no es necesaria una inversión tan elevada para conseguir un impacto en la cuenta de resultados”. Lo que no es rentable son las chapuzas, los sucedáneos de amiguetes, de andar por casa.

- ¿Cuánto cuesta realmente? No 24.000 euros, como se dice en el artículo (a no ser que esa opción sea la de determinador head-hunters, absolutamente fuera de mercado). Los procesos de coaching estratégico, al más alto nivel de la empresa o de la política, rondan los 6.000-7.000 euros por un periodo de seis meses. El impacto es muy notable.

- ¿Cuántos coaches hay y para cuántos directivos? En el artículos se dice que hay 47.500 coaches en el mundo y que “hay cientos de miles de ejecutivos que necesitan hacerlo”. En realidad, lo “necesitan” todos los ejecutivos del mundo (al menos, los profesionales, de igual modo que sería impensable que un deportista de alta competición no tuviera coach). Picarescas aparte (mucha gente se autoproclama coach sin el menor descaro), los coaches de alto nivel en España no llegan a la cincuentena. Hay mucho pero que mucho terreno por delante.

- ¿Se puede desarrollar el Liderazgo de otra manera? Claramente, no. La Formación en Habilidades Directivas es condición necesaria, pero no suficiente. Para el desarrollo es imprescindible generar nuevos hábitos. Cuando uno lo intenta exclusivamente por sí mismo (el llamado “auto-coaching” lo consigue en menos del 10% de los casos. Con un proceso serio y riguroso, se alcanza en un 90%. Los objetivos son más ambiciosos y el seguimiento (“Pepito Grillo”), mucho más cercano.

- ¿Es el coaching una herramienta? No. Es un proceso de acompañamiento, de desarrollo personalizado, que utiliza decenas de herramientas posibles. Por ejemplo, en el artículo se dice: “Lleve consigo su última evaluación del desempeño. Es el punto de partida para que el ‘coach’ diseñe la hoja de ruta”. La evaluación no siempre es necesaria (por ejemplo, si se trata del primer ejecutivo) y no es el/la coach quien ‘diseña’ la hoja de ruta, sino el propio directivo desde su compromiso.

- “¿Qué les duele a los directivos?”, se pregunta en el artículo. A los directivos no les duele nada. Los coaches no son médicos ni pseudo-psicólogos, sino entrenadores. Se trata de que quien lo hace bien lo haga aún mejor.

- ¿Cómo se descubre a un falso coach? Porque no está certificado (por AECOP o ICF), porque no es adecuado al perfil de competencias de un coach, porque trata de imponer sus respuestas o asignar una ‘hoja de ruta’ en lugar de actuar como espejo. Creo que si una persona no es generosa (con su tiempo, con su energía), no puede ser un/a buen/a coach.

- ¿De verdad se está utilizando más Coaching en España? No, realmente no. Se habla mucho pero no se trabaja tanto. Según datos de Top Employers, entre las mejores empresas para trabajar, el coaching ha pasado del 28% al 23%.

- ¿Se está enseñando mejor? Sin duda. La enseñanza del Coaching es cada vez más profesional, como demuestran los casos de distintas escuelas de negocios: Fundesem (2 ediciones), NovaGalicia (3 ediciones), ESIC Zaragoza…

- ¿Y respecto a la Estrategia? En muchas organizaciones, los CEOs son más sensibles a su propio desarrollo que sus directores de recursos humanos (que están más en lo operativo), saben lo difícil que está competir, se sienten bastante solos/solas y piden el coaching estratégico directamente.

Es una lástima que el Coaching siga siendo en nuestro país, en el fondo, un gran desconocido. Si no tenemos directivos profesionales y competitivos, es casi imposible que sus organizaciones salgan adelante. Somos el 6º país del mundo en calidad de sus escuelas de negocios, la 12ª economía y el nº 45 en calidad directiva… El Coaching es insustituible para una mejora drástica. No podemos permitirnos la ignorancia.

Mi agradecimiento a Montse por poner este tema de nuevo en el foco estratégico y a los coaches de verdad que desarrollan el talento de los directivos en España.