Talento: Sucesión, Liderazgo, Potenciales

El Talento no puede estar más “de moda”. El último número de la Harvard Business Review se llama, precisamente, The Talent Issue.

Destacan en él tres artículos:

- El arte y ciencia de escoger al CEO adecuado, del que ha sido primer ejecutivo de Procter & Gamble, A. G. Lafley, con prólogo del experto en Liderazgo Noel Tichy. La duración de los Consejeros Delegados de las Fortune 500 ha pasado en la última década de 9’5 a 3’5 años. Desde que fuera elegido CEO de P&G, Lafley en junio de 2000, Langley se puso a elegir sucesor (“la principal labor del Consejo de Administración”). Para seleccionar un CEO, éste debe tener “Juicio personal”, “juicio de equipo”, “juicio organizativo” y “juicio con los agentes” (véase el libro “Judgement” de Noel Tichy y Warren Bennis, comentado en su día en este blog). Las seis claves de aprendizaje en la sucesión del CEO es que es una carrera de caballos (cuantos más caballos mejor), no hay nada personal, es difícil dejarlo (Lafley se fue con 60 años cuando podía haberse quedado hasta los 65), el proceso nunca será perfecto, cuando uno llega hay que irse y el Consejo debe mojarse.

- Cómo conservar a tus altos potenciales, de Claudio Fernández-Aráoz (Egon Zender), Boris Groysberg y Nitin Nohria (HBS). Sólo el 15% de las empresas (el 30% de las mejores europeas) tiene bien resuelta la gestión de altos potenciales, definidos como “personas con capacidad de crecer para asumir mayores responsabilidades en escala y enfoque”. La potencialidad es cuestión de conocimientos y habilidades, Identidad como ejecutivo (autoimagen), competencias de liderazgo (introspección, implicar a otros, resolución, empatía) y motivación de influencia en los demás. “Como se trata de conectar la gestión del talento con la estrategia, no se puede dejar a la DRH”.

- Convirtiéndote en Indispensable, de John Zenger, Joseph R. Folkman y Scott K. Edinger (ZengerFolkman). En lugar de “reinventarnos”, la investigación (con 30.000 líderes en 360º) demuestra que debemos aprovechar nuestras fortalezas. Los líderes sin fortalezas excepcionales están en el percentil 34; los que tienen una, en el 64; los de dos, en el 72; los de tres, en el 81; los de cuatro, en el 89; los de cinco, en el 91. Las 16 habilidades que magnifican nuestras fortalezas están divididas en 5 caracteres: capacidad personal (honestidad/integridad, expertise técnico, análisis y resolución de problemas, innovación y autodesarrollo), obtención de resultados (foco en resultados, establecimiento de objetivos, iniciativa), cualidades interpersonales (comunicación, inspirar y motivar a otros, establecer relaciones, desarrollar a otros, colaboración y trabajo en equipo) y liderar el cambio (perspectiva estratégica, inspirar y desarrollar para el cambio, conectar el equipo con el mundo exterior). Del contraste entre opinión propia, de otros y necesidades organizativas surge la base de mejora.

Además, Yochai Benckler (investigador de la escuela de derecho de Harvard) ha demostrado que “hay evidencias neuronales y posiblemente genéticas de una predisposición humana a cooperar”. Richard Dawkins (El gen egoísta), Thomas Hobbes y Adam Smith estaban equivocados. “Se trata no sólo de fidelizar a los clientes, sino de que gasten una mayor parte de su billetera en ti”, explican Timothy Keiningham y Alexander Bouye (Ipsos Consulting), Lerzan Aksoy (Fordham U) y Bruce Cooil (Vandelbirt U). Jonah Berger (Wharton) ha demostrado (con datos de 18.000 partidos de la NBA) que los equipos ganadores son los que suelen ir un poco por detrás después del medio tiempo. Bill Johnson y Muhtar Kent, CEOs de Heinz y Coca-Cola respectivamente, explican las razones de su éxito. Bradley Staats (U de North Carolina) y David Upton (Oxford) aplican el modelo Toyota a la gestión del conocimiento en seis pasos: eliminar todo el despilfarro, convertir el conocimiento tácito en explícito, comunicar a los empleados, resolver los problemas científicamente, reconocer progresos y allanar el camino. Y Roberto Verganti (Politecnico di Milano) nos habla del diseño de productos rompedores. Un excelente número, en el que el Coaching como Desarrollo del Talento está muy presente.

También en la HBR, la gran Rosabeth Moss Kanter comenta la peli “Cómo acabar con tu jefe” (Horrible bosses, en el original). Es una comedia, pero tener jefes tóxicos en realidad es una tragedia. “Al menos la mitad de los empleados de EE UU tienen bajos niveles de implicación (engagement), en gran parte debido a mala dirección”. “La mejor cura para los horrible bosses es tener colegas extraordinarios”. Esta magnífica página de la Kanter contrasta con el artículo de Montse Mateos en Expansión & Empleo sobre que “Los jefes simpáticos no son buenos líderes”. Se refiere Montse a una “investigación” de Robert Livingstone (Kellog), Nir Halevy (Stanford), Taya Cohen Tepper y Eileen Chou (Carnegie Mellon). “Los individuos que gozan de alto prestigio pueden ser considerados como santos, porque poseen una calidad de autosacrificio y fuertes valores morales. Sin embargo, aunque estén dispuestos a dar sus recursos para el grupo, no son percibidos como sólidos líderes”. Estos profesores contraponen a Teresa de Calcuta y Al Capone y explican así que el presidente Obama hoy no goce de la popularidad del principio de su mandato. “No hay que confundir la simpatía y la humanidad con la debilidad. Las personas prefieren estas cualidades, pero las rechazan cuando tienen que escoger a sus guías. En tiempos de competencia hace falta fuerza, no sensibilidad”.

Valiente estupidez, basada en preguntas a 350 estudiantes, que pone de manifiesto una ideología fascista (de ‘estado alfa’, dicen ellos). Los logros de la Madre Teresa son mucho mayores, en adeptos, impacto y ayuda, que los del matón Al Capone, que "movilizaba" mediante el miedo. Y el supuesto fracaso de Obama (veremos en noviembre de 2012) tiene más que ver con la política de Washington (que manejan bancos y grandes corporaciones) que con ser “blandito”. Gracias, Montse, por provocar nuestra reflexión hablándonos de estas “investigaciones” fascistoides de mesa camilla que desvirtúan el auténtico liderazgo. En la vida real, ser amable no penaliza, sino todo lo contrario. La buena educación es esencial para hacer equipo y conquistar el futuro.

¿Tiene talento Camilla Parker Bowles? John Carlin publicó ayer en El País, Mi encuentro con Camilla. Un artículo delicioso (www.elpais.com/articulo/Revista/sabado/encuentro/Camilla/Parker/Bowles/elppor/20111029elpepirsa_1/Tes). Por su forma de ser, es aceptada plenamente como miembro de la familia (real), en tanto que Diana era una extraña. Eleanora Giovio hablaba en el mismo periódico de “La mutación colectiva del Madrid” (de 570 pases en Zaragoza a 791 contra el Villareal). Juan L. Cudeiro entrevista a Valerón, del Deportivo: “Hay futbolistas y hay jugadores de fútbol”. El cocinero Quique Dacosta: “Votaré a aquellos que generen ilusión y esperanza”. Jesús López Cobos: “Los directores dictadores son hoy inviables”. Y en Cinco Días, “Adiós al miedo, hay que salir fuera”, de Paz Álvarez, con intervenciones de los primeros ejecutivos de Iberdrola, Telefónica, Repsol, KPMG, Iberia e Icex. Entrevista a Rodrigo Martín (Randstad), comentario a “Nada es imposible”, el libro del emprendedor Xavier Gabriel y “Claves del éxito de un consultor”, de José Medina: www.cincodias.com/articulo/directivos/claves-exito-consultor/20111029cdscdidir_5/

La canción de hoy, Demasiado Amor, de Pastora Soler: (www.youtube.com/watch?v=PdR6mUJuF6E). Es la primera canción del nuevo CD (“Una mujer como yo”) que ha salido el pasado 18 de octubre.

Aunque hoy me desgarres el alma

no perdí la fe;

ahuyentando rencores,

desmintiendo rumores

que hielan mi piel.

Qué me importa lo que diga la gente;

antes muerta que llegar a creerles.

Da sentido a mi vida

aunque yo sea la mentira que te divierte,

me hago fuerte enredada en tus brazos

cada noche que vuelvo a verte.

En tus ojos el rumbo perdí;

la cordura, mis ganas de huir

de unos labios que a beses en silencio

parecen fingir.

(coro)

Demasiado amor para olvidarte,

para este corazón cobarde.

Demasiado amor para sobrevivir.

Todo el dolor que nadie sabe,

lagrimas de coraje,

por este cielo amor que no se va a rendir

aunque le falte el aire...

aunque lo nuestro se acabe.

Si es amarte un error, mi pecado

yo así lo elegí;

hoy prefiero el infierno mil veces

que la luna en un cielo sin ti

En tus ojos el rumbó perdí,

la cordura, mis ganas de huir

de unos labios que a veces en silencio

parecen fingir…

(coro)

Demasiado amor para olvidarte,

para este corazón cobarde.

Demasiado amor para sobrevivir.

Todo el dolor que nadie sabe,

lágrimas de coraje,

por este ciego amor que no se va a rendir.

Aunque ya te da igual,

cuéntales tu la verdad,

diles que no hay nadie más

ya estoy harta de oír sus mentiras....

(Demasiado amor para sobrevivir)

Todo el dolor que nadie sabe,

lágrimas de coraje, por este ciego amor

que no se va a rendir,

aunque le falte el aire...

aunque lo nuestro se acabe...

aunque lo nuestro se acabe…

En este Halloween, mi agradecimiento, admiración y cariño a los/las piratas que surcan los mares de la libertad con espíritu crítico y rebelde.