Mientras duermes, un Mundo 3.0.

Magnífico el concierto de Coldplay antre 17.000 personas en la Plaza de Toros de las Ventas, en el inicio de su nueva gira (retransmitido por internet) y presentando su nuevo disco. Me habría encantado estar allí. Viva la vida.

En su lugar, estuve viendo en sesión nocturna Mientras duermes, la última película de Jaume Balagueró, con Luis Tosar y Marta Etura en los papeles protagonistas. Sabía que el argumento va de “conserje con problemas psicológicos que tiene todas las llaves del edificio y se obsesiona con vecina guapa, joven y sola”. Sinceramente, esperaba más del guión de Alberto Marini, porque las críticas han sido excelentes (Fotogramas da a la cinta 4 estrellas sobre 5, por ejemplo). Más que un thriller psicológico, es una reflexión sobre la Felicidad (el “malo” que interpreta Luis Tosar es un ser que se considera incapaz de ser feliz, y por ello opta por hacer infelices a los demás). Una reflexión que creo que no se sostiene: el protagonista no es un psicópata (muestra emociones como miedo o ira), no parece que le induzcan motivos sexuales hacia la víctima y muestra introspección (“conócete a ti mismo”) cuando le va contando sus peripecias a su madre enferma e inmóvil en el hospital.

“El Cuervo enteradillo” ha publicado sobre esta peli en su blog: “César (Luis Tosar) es una persona que no sabe si nació sin el sentido de la felicidad o a medida que llegó a su madurez lo perdió, quedando inválido emocionalmente. Cada mañana intenta encontrar un motivo por el que levantarse. Su vida está vacía y lo que menos soporta es que las personas que están a su alrededor sean lo que el más anhela: felices.

Sitges 2011 se rindió a los pies del maestro Jaume Balagueró (futuro director del Festival de Cine de Sitges dentro de muchos años), un realizador que con “Mientras Duermes” se pasa al lado del Thriller y lo hace con buena nota. La película es una adaptación cinematográfica de la novela del mismo nombre que presentó en el Festival Fantástico el reputado guionista y ahora debutante escritor Alberto Marini, guionista de la cinta y colaborador habitual de Balagueró.

Portero de un edificio, César pasa su triste vida introduciéndose en la casa de sus vecinos, cuando no están o mientras duermen, haciéndoles “gamberradas” como, por ejemplo, enfermando al perro de una de las ancianas vecinas con comida alta en azúcar, lavándose los dientes con el cepillo de la vecina o introduciendo productos nocivos para la piel en el maquillaje. Todo ello como terapia a su tristeza y malestar interior. César quiere crear dolor y que los demás sepan lo que es estar amargado. Pero sus jugarretas no terminaran afectando a Clara (Marta Etura), la vecina del 5. Una maravillosa persona que sabe ser feliz (todo lo contrario a César) a través de una actitud positiva ante las vicisitudes del día a día. Todo ello chocará de frente en contra de César, que no sabe como quitarle la luz, la sonrisa y la felicidad a Eva. Ni aun haciéndole mil putadas.

César convertirá su situación con Clara en una obsesión. La odia pero la quiere. La droga por las noches y duerme junto a ella hasta el amanecer. Su entretenimiento privado comienza a complicarse más de la cuenta y podría volverse en su contra. La aparición de Marcos (Alberto San Juan), el novio de Clara, y luego de la policía en relación a unos mensajes extraños enviados al móvil de la chica van ha superar a nuestro protagonista.

El film se desarrolla a través del punto de vista de César, un psicópata atípico, complejo, muy real y próximo –podemos conocer a un César o incluso haber sido él en algún momento de nuestra vida-. El reto del director es conseguir que el espectador sienta empatía por el personaje y para ello nos enseña la relación que tiene con su anciana madre, ingresada en el hospital, y su soledad interior reflejo de su soledad exterior en el piso del apartamento donde vive y trabaja. Muy triste todo ello. Que el director logre su cometido es otro tema (dependerá de cada espectador).

Entre César y Clara está el personaje de Úrsula (Iris Almeida), la odiosa niña vecina de enfrente del piso de Clara, que es testigo de lo que hace César cada noche. Pero lo que tiene de niña lo tiene de malvada y le hará chantaje a César hasta que aprenda que no se juega con psicópatas.

Película de suspense muy recomendada en la que nos adentraremos en la vida del hombre que no sabía ser feliz y en la de su víctima, la mujer más feliz del barrio, que nos ofrecen situaciones angustiosas y mucha intriga combinado con momentos de terror.

En palabras de Balagueró. “Tras mi experiencia con “REC” y “REC 2”, películas que optaban por una narrativa mucho más cercana a la televisión en directo y al falso documental que a un lenguaje de cine más convencional, me apetecía retomar los elementos más clásicos del Thriller. Y entonces llegó a mis manos el guión de MIENTRAS DUERMES. Enseguida caí rendido ante aquella historia clásica de suspense y de maldad, tal vez mil veces contada antes, pero confeccionada esta vez a partir de la materia prima de la realidad más cercana y de lo cotidiano. Y esto lo hacía para mi profundamente atractiva y aterradora”.

“Mientras duermes” agotó entradas de inmediato de las diferentes sesiones ofrecidas en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña –Sitges’11.”

Reunión en Alicante con FUNDESEM para futuros proyectos de colaboración entre esta prestigiosa Escuela de Negocios e IDEO Business. Muchas gracias a Gaby, Paco y todo el equipo de allí.

La lectura de hoy es “Mundo 3.0.”, del profesor Pankaj Ghemawat. Uno de los mejores libros sobre Globalización que he leído en toda mi vida.

El autor diferencia el Mundo 0.0 (las sociedades tribales), 1.0. (desde 1600) y 2.0. (desde el s. XIX). El término “globalización” apareció en un diccionario de EE UU por 1ª vez en 1951. El Mundo 3.0. es un mundo practicables, con más integración y más regulación. En realidad, ilustra PG, estamos en la “semiglobalización” (y ofrece cifras, citando a Daniel P. Moynihan: “Todo el mundo tiene derecho a una opinión, pero no a inventarse las cifras”). La realidad es que el comercio internacional no llega al 10%, lo midamos como lo midamos: el 2% de las llamadas son internacionales, menos del 10% de las noticias son del extranjero, el comercio es el 23% del PIB, el FDI (inversión extranjera) es el 9% del total, las donaciones transfronterizas son menos del 10%. Sólo la deuda de los gobiernos supera el 35% (así nos va). El mundo no es plano, como afirmaba Tom Friedman (está muy lejos de serlo). Es una “globobada” (traducción de “globaloney”, palabra acuñada por Clare Booth Luce). Y además, estamos en pleno “tecnotrance” (éxtasis por la tecnología, como a lo largo de todo el siglo XX).

Estamos en la distancia CAGE (Cultural, Administrativa, Geográfica y Económica), a pesar de que el comercio internacional ofrece ventajas ADDING (Añadir volumen, Disminuir costes, Diferenciarse, Intensificar la competencia, Normalizar el riesgo y Generar y difundir el conocimiento).

En la segunda parte, Ghemawat plantea siete posibles problemas de la globalización: la concentración global (en pocas empresas), las externalidades negativas (medioambientales), los riesgos globales (efecto dominó), los desequilibrios globales (China como banquero de EE UU), la explotación global de los trabajadores (el 10% de la población mundial tiene el 57% de la riqueza, y el 70% inferior el 5%), la opresión global (la Pax Americana y la muerte de la democracia), la homogeneización global (hasta McDonald’s se está volviendo “local”)… y nos demuestra que no son tanto. Con la apertura podemos conseguir un mundo más competitivo, más sostenible, más seguro, más equilibrado, más justo y más armónico. Está en nuestra mano.

La tercera parte trata las opciones: Harvard vs Chicago. Parecía que todos éramos keynesianos (hasta Nixon, en 1972) y luego friedmanistas (Larry Summers, 2006). Paul Sammuelson, a finales de 2009, escribió: “Uno espera que hayan desaparecido para siempre las estupideces del egoísmo libertario de Friedman-Hayek”. Ojalá.

Pankaj Ghemawat nos ofrece siete propuestas:

1. Los miedos y los fallos del mercado deben ser incorporados al análisis de la integración.

2. La integración transfronteriza de los mercados ayuda a menudo a corregir los fallos del mercado en lugar de combinarlos.

3. En muchos otros casos, la integración tiene un efecto insignificante sobre los fallos del mercado y, por lo tanto, no debería ser restringida.

4. Cuando la integración amenaza realmente con agravar los fallos del mercado, hay que mezclar y combinar políticas para intentar preservar algunos de los beneficios de abrirse al tiempo que se atenúan los efectos adversos.

5. La sensibilidad a la distancia está inversamente relacionada con el alcance óptimo de las iniciativas integradoras y reguladoras.

6. A menudo las grandes oportunidades de integración existen tanto en el interior como a través de las fronteras nacionales.

Y pone como ejemplo Andorra (importa el 56% de España y el 19% de Francia) y Nigeria (el 8º país más poblado, dependiente del petróleo). Sobre EE UU y China, el país asiático supera al americano en el comercio con la mitad de los países del mundo, y en 2030 lo será con el 70-80%.

El capítulo final trata de la “distancia psíquica”, con el precedente del filósofo estoico Hierocles. En la UE, un 48% tiene confianza en sus compatriotas, un 20% en los ciudadanos de otros 15 países comunitarios y el 13% en los países restantes de la Unión. Hemos de replantearnos el cosmopolitismo desde la conciencia, el conocimiento y el altruismo (uno de los “principios de los Mosqueteros”). Ghemawat concluye: “Cuando conquistamos los miedos irracionales y no permitimos que se disparen los excesos de los errores del mercado, podemos salir al mundo y mejorar las posibilidades para nosotros y para el resto de la humanidad. Y esta visión –con la apertura como fuente de inspiración y esperanza, y no de miedo- es la promesa del mundo 3.0.”

Gran libro. Rompedor en sus datos, profundo en su análisis. Práctico en su enfoque. Una perspectiva de la Globalización que resulta de enorme utilidad.