La voz y el estilo

Una semana intensa, incluyendo el sábado en Sevilla con la estupenda gente de Supermercados MAS.

En el AVE de ayer, una de las frases de José María San Segundo que me hicieron pensar fue: “A ti y a mí, Juan Carlos, nos contratan como a Julio Iglesias. No por la voz, sino por el estilo”. El concepto tiene miga. Juanjo Nájera, el director académico del Master que íbamos a inaugurar, me comentó que había visto las transparencias de mi módulo y que parecía que “daba tumbos”. Efectivamente, no son las transparencias al uso, las típicamente académicas, que condensan información como si se tratara de las páginas de un libro. Por el contrario, contienen imágenes y conceptos. Sirven, desde una perspectiva de coaching, para provocar la reflexión y el descubrimiento de los participantes (sin participación no hay compromiso), y forman la base para que cada uno de ellos termine con un plan de acción y que sendos “ángeles de la guarda” ayuden a convertir esos objetivos en un nuevo hábito, en una segunda naturaleza (la primera es la que viene de serie; la segunda, la que forjamos cuando realmente queremos).

En la presentación del I Máster de Dirección Estratégica para empresas de Retail, José María San Segundo, con su estilo propio, se refirió a sensaciones, y especialmente a la Gratitud. Y nos contó la historia de Atlanta, hija del arcadio Iassos. Iassos no reconoció a su hija y la abandonó en el monte Partenio, donde aprendió a vivir como un animal. Cuando era joven, el Oráculo la predijo que cuando se casara, se convertiría en un animal, por lo que Atlanta prometió que sólo se casaría con aquel que la ganase en una carrera; si ganaba ella, mataría a su rival. Era joven, guapa y muy rápida, por lo que los muchos pretendientes fueron derrotados en distintas carreras, pagando con su vida tal osadía. Hippómenes estaba locamente enamorado de ella, y la retó en una carrera. Le pidió ayuda a Zeus para ganarla y casarse con ella. Zeus le dio tres manzanas de oro para que las administrase durante la carrera. A cambio, antes de casarse con ella, debía contárselo a Atlanta y ambos ir a dar las gracias a Zeus en su templo del Olimpo. Sabiendo que Atlanta era muy codiciosa, en el transcurso de la carrera Hippómenes le fue lanzando las tres manzanas de oro; Atlanta no podía dejar las manzanas, por lo que se iba parando a recogerlas, para finalmente perder la carrera. No tuvo más remedio que casarse, pero al final acabaron realmente enamorados. Un día, ambos rondaban el templo de Zeus y necesitaron dar rienda suelta a su amor. Zeus se apareció ante ellos y les recordó que no habían cumplido con su compromiso. Pidieron perdón, pero Zeus no les perdonó, y les dijo: “De todos los vicios, el único que es imperdonable es el de la ingratitud”. Furioso, les convirtió en leones para el resto de sus vidas. La diosa Cibeles decidió juntarlos en su carro, para que vivieran juntos y enamorados toda su vida. Si, son los leones que tiran del carro de la Cibeles, en la plaza del mismo nombre en Madrid. Una escultura diseñada por Ventura Rodríguez para el rey Carlos III (el mejor alcalde de Madrid), destinada inicialmente para La Granja y que fue tan del gusto de los madrileños que se quedó entre la calle de Alcalá y el Paseo de la Castellana. y que es una de las siete maravillas de Madrid (El Escorial, el Palacio Real, la Biblioteca Nacional, el Castillo de Manzanares, la Plaza Mayor, la Puerta de Alcalá y la Cibeles). Como la gratitud es la mayor clave de la felicidad, pienso contar esta historia (siempre citando a José María, al que le estoy muy agradecido por contárnosla) y cuando alguien diga “gracias a Dios” (a Zeus, al Destino, a la Vida, al Amor) pensar en ello.

De la prensa de hoy, me quedo con la columna “Ideas” de José Antonio Marina en El Mundo, sobre la “hiperactividad cognitiva” (que el neurólogo Goldberg considera la enfermedad de moda: es el deseo continuo de información, el zapping como estilo de vida, la adicción a los mensajes cortos). Cita a Nicholas Carr: la hiperactividad cognitiva dificulta tareas que exigen mantener la atención durante mucho tiempo, como la lectura de un libro, y dificulta el aprendizaje. JAM nos recuerda que los filósofos medievales distinguían entre “studiositas” (afán de saber) y “curiositas”, la inquietud del espíritu. Y ésta era hija de la pereza. Genial una vez más, querido maestro.

John Carlin, en “El corner inglés” titula su columna “Tal como éramos”. Se refiere, con el fichaje de Torres por el Chelsea, a la tentación de la nostalgia (fichar a alguien por lo que ha sido y no por lo que puede llegar a ser). Cita a Shakespeare: “He perdido mi reputación, la parte inmortal de mi ser!” (Otelo). Precisamente de la nostalgia trata Xavier Guix en El País Semanal: “Cuando nos invade la nostalgia”. Lo considera “un viaje imposible, pero añorado a nuestro pasado”. Un sentimiento que puede llegar a doler: “Elogiar el tiempo pasado desde la gratitud puede entenderse como un acto de alineamiento interior. Poder mirar atrás, lo vivido, en paz y tranquilidad”. Lo malo es cuando la nostalgia se convierte “en una armadura contra lo real. Una obsesión del regreso”. Entonces es un craso error: “La función de la nostalgia, sin duda, acordarnos de aquel que fuimos y poder observar al que somos ahora”.

Una serie de frases que dan que pensar: “La crisis la están pagando quienes no son responsables de ella” (Elena Salgado, VP de Economía). “La gente no está educada hoy para elegir” (Gérard Mortimer, Director artístico del Teatro Real). “Necesitamos pertenecer a un colectivo. No podemos aprender sin el cerebro de los demás. De ahí, las redes sociales” (Eduardo Punset).

Tres notas más: en el Especial de Consultoría de El País Negocios, Fernando Barciela analiza el calvario para encontrar talento en el sector: “Muy preparados, pero se hacen de rogar. Las firmas tienen dificultades para hallar jóvenes dispuestos a sacrificarse”. En el mismo suplemento, el artículo “Obama ha desaparecido” del Premio Nóbel Paul Krugman: “¿Qué han hecho con el presidente Barack Obama? ¿Qué ha pasado con la figura inspiradora que sus seguidores pensaban que habían elegido? ¿Quién es ese tipo tímido y anodino que no parece representar nada en particular?”. “Necesitamos en España un líder que nos oriente con ilusión” (Carlos Mas, presidente de PwC España, entrevistado por Laura Peraíta en Empresas del ABC). En el mismo diario, Mª Jesús Pérez comenta ejemplos de empresas que están afrontando la crisis con éxito: Mercadona y Mon Orxata en Valencia, Brasa y leña (Madrid), Grupo Norte e IDUS Formación (Castilla y León), Bank of words y Planasa (Navarra), Inditex y Galopin (Galicia), Abengoa y Acesur (Alimentación), Daltre y Tasca Allende (Canarias), Mango y Privalia (Cataluña). Las claves son Eficiencia, Productividad, Competitividad de precios, Innovación, Diversificación e Internacionalización. Esa es la fórmula, por la que la gestión del talento es incuestionable.

Del primer clásico de cuatro este mes, mucha opinión peregrina y poco análisis riguroso. Como excepciones, “El miedo ordenó al Madrid sobre el campo y el orgullo le rescató. Perdió la táctica y empató el alma, el Madrid de siempre, el que hace que su grada se inflame como las velas de un galeón cuando tocan a zafarrancho de combate. Ése es el Madrid al que Guardiola, desde la superioridad del juego, teme, aunque tal sentimiento no le lleve nunca a traicionarse a sí mismo. Ese Madrid es el que fue capaz de sobreponerse a la inferioridad, por la expulsión de Albiol, justa, y al gol de Messi. Ese Madrid deja escapar la Liga pero recupera la autoestima ante la Copa y la Champions. Ese Madrid no lo ha inventado Mou” (Orfeo Suárez, portada de El Mundo). “Me crucé con un par de exentrenadores del Madrid. Se pusieron a hablar de su Madrid y entraba melancolía por otros clásicos más igualados. Ya no es un clásico igualado. Y así salieron los blancos, conscientes de que no se puede jugar de tú a tu contra el Barcelona. Y eso es raro, pero no es lo más raro que pasó ayer. Por ejemplo, el Madrid jugó mejor con diez que con once. O tuvo casi tantas ocasiones como el Barça que dominó la posesión. Y más: Pep charló con Xabi, Mourinho con Busquets. Los centrocampistas catalanes no se encontraron cómdos y con el gol de ventaja se retrasaron: lo nunca visto. Xabi pidió a sus compañeros que no se aceleraran cuando se lanzaba una falta y que se prepararan a recibir un balón largo, y eso se sigue viendo como una rareza. Es extraño ver al Madrid esperando el error del rival o perdiendo tres balones al inicio de la segunda. Sí, empató el Madrid, pero fue a partir de un estilo que divide. El caso es que ¿se le puede jugar al Barcelona de otra manera?” (Guillem Balagué, AS). “Decían los jugadores del Madrid, antes del partido, que la prioridad de Mourinho era evitar una catástrofe como el 5-0 del Camp Nou. Eso es lo que pareció intentar cuando sacrificó a su jugador más inventivo, Özil, a cambio de un portento del atletismo (Pepe). La irrupción del brasileño nacionalizado portugués tuvo un impacto decisivo en el desarrollo del partido. Pepe tiene el físico de un corredor de 1.500 metros y la resistencia de un keniano” (Diego Torres, El País). “(Sobre la final de Copa) Vamos con la esperanza de ganar a un rival muy bueno y tiene un control de todas las situaciones alrededor de un partido que es tremendo. Es difícil de explicar y tiene mérito, ya me gustaría a mí” (José Mourinho). “Hemos venido y dominado, hemos sido nosotros así que estoy satisfecho” (Pep Guardiola). En este combate, en el Madrid hay funcionado el trivote por Pepe, Ózil le ha dado la vuelta e Iker, como casi siempre, providencial. En el Barça, flojos Pedro y Villa. Veremos el miércoles en Mestalla.

Tomo noto de un libro que se publicará el 27 de abril, “Gregorio Marañón. Radiografía de un liberal”, de Antonio López Vega, con prólogo de Juan Pablo Fusi. Un hombre de paz, un intelectual comprometido que hizo todo lo posible por evitar la guerra civil. Lo voy a leer con interés.

Mi agradecimiento en este soleado domingo (meteorólogos agoreros abstenerse) es a los columnistas (José Antonio, John, Xavier, Eduard, Orfeo, Guillem, Diego) que nos aportan reflexión y un análisis serio. Sois profesionales con estilo propio.