Las barbas de tu vecino

Comenzamos el Curso Superior de Coaching Estratégico en FUNDESEM (Alicante), con una conferencia titulada “El Coaching: Clave para mejorar la Calidad Directiva”.

El CSCE, que consta de dos ciclos: el primero, de 40 horas (8 tardes de martes desde el próximo 1 de febrero hasta el 22 de marzo) y el segundo, de 110 horas, desde abril hasta junio (incluyendo prácticas de coaching estratégico y que cada uno de los participantes recibirá coaching de algunos de los mayores expertos de nuestro país), es fruto de la colaboración entre Fundesem, Key Executive y Eurotalent. De momento, contamos para el primer ciclo con 24 alumnos, que muy probablemente llegarán a ser 30 antes del martes. Un nuevo ejemplo de la enorme capacidad de convocatoria de Fundesem (como Escuela de Negocios, la referencia absoluta en la provincia de Alicante y su entorno) y de la excelencia en la organización de Key Executive.

Uno de los valores vividos en Fundesem, que podemos apreciar aquéllos que estamos con ellos en Alicante, es la cercanía. Los profesionales de la Escuela (Ramón, Juan Carlos, Gabriel, Pablo, Inma, Eva y todo el equipo) son unos maravillosos anfitriones, cálidos, encantadores, se desviven porque te sientas muy a gusto. ¡Qué actitud tan de agradecer en estos momentos de prisas, angustias y crisis existencial! He tenido la oportunidad de ser entrevistado para los medios de la ciudad y provincia y después, durante unos 90 minutos, impartir una conferencia en el salón de actos (lleno absoluto, con más de 300 asistentes) y responder a las preguntas de la audiencia.

En la conferencia, tras la cariñosa presentación que me ha hecho Gabriel por parte de Fundesem, he empezado bromeando sobre el hecho de que en Alicante “soy un arma secreta” porque estuve en Fundesem presentando Mourinho vs Guardiola (el Hércules de Alicante es el único equipo en liga que ha ganado al Pep Team) y ahora estaba allí, hablando de coaching, un día antes del partido en el Rico Pérez de nuevo contra el Barça. Si el Hércules se impone, ellos saben por qué.

Me he referido a este “cambio de época”, en el que el talento es más escaso (y valioso) que el capital. El capitalismo tal como lo hemos conocido es “la crónica de una muerte anunciada”. Mi misión (posible, no “imposible”, como la que protagoniza Tom Cruise, con quien coincido en que hemos nacido el mismo día; Jesús Hermida también celebra su cumple el 3 de julio) ha sido convencer a la audiencia de que en 1.000 días (hasta el Mundial de Brasil 2014) o estamos “ligados” de alguna forma al coaching o estamos fuera del mundo de los negocios. El talento se desarrolla o perece.

No apuesto por el coaching por aquello de la ley de Murray (“no le preguntes a un peluquero si necesitas un corte de pelo”), sino por pura sostenibilidad. De una parte, por la ley de Reg Revans (“todo organismo sobrevive si y sólo si su tasa de cambio es mayor o igual a la del entorno”). Por otra, por las investigaciones de los profesores Jim Collins y Jerry Porras en Empresas que perduran: las empresas que triunfan (ellos las llaman “visionarias”) se toman en serio sus valores y actúan en consecuencia. El coaching significa desarrollarte al ritmo necesario y saber qué debes conservar desde tus valores. Les he “presentado” (a aquéllos que no le conocían) a Arie de Geus, durante años planificador en jefe de la Shell y autor del fascinante The living company (La empresa viviente). El secreto de la vida es la tensión constructiva, entre escuchar a los demás y contar con una identidad, entre la innovación permanente y la prudencia financiera. No es tarea fácil, pero no queda otra.

Como ejemplo de éxito, he hablado de las mittelstand alemanas, “responsables” del crecimiento (3’6%) de la economía alemana. En más de dos tercios, empresas familiares; exportan el 70% de su producción; invierten en I+D un 5% de su facturación; están profesionalmente gestionadas (calidad directiva de 7 sobre 10). Por eso han crecido las exportaciones y la demanda interna, y el desempleo en Alemania es la tercera parte que en España.

Aquí la calidad directiva ha caído del puesto 27º (2008) al 28º (2009) y al 35º (2010). Una mezcla de buenas y malas noticias. Las malas son evidentes. Las buenas son que debe haber un relevo generacional y posibilidades para quienes lo hagan bien, quienes lideren de verdad.

He hablado del diagnóstico de nuestra situación, según la Fundación Española de Economía Aplicada, FEDEA (ver mi blog del pasado domingo, con las nueve conclusiones) y de la necesaria figura del líder coach, que es capaz de conseguir que su equipo dé lo mejor de sí mismo, para lo cual debe ser estratega, retador, dinamizador, integrador, generador de un clima cálido, impulsor, optimista e ilusionante. Toda una hoja de ruta, por lo que debe recibir coaching como profesional de la dirección. Como ejemplos de líderes-coaches, Inma Shara (la mejor directora de orquesta de Europa), Esteban “boquerón” Vigo (entrenador del Hércules) o Andrea, la Nariz de Oro 2010, sumiller de Makro Alicante, de quien hablaba ayer en este blog.

Me he referido al origen del término “coaching” (Kocs, localidad ‘austrohúngara’, como diría el querido Luis García Berlanga, que siempre introducía esta palabra en sus películas), al carruaje (coche, coach), al profesor en la Inglaterra victoriana, al entrenador deportivo en la década de los 50 del siglo pasado y al entrenador de dirección en los 80. Plenamente de actualidad, como demuestran películas como “El discurso del Rey” o “La red social”.

Hemos de pasar de la formación al desarrollo, de los conocimientos a los comportamientos (ver un vídeo de Rafa Nadal no te convierte en un tenista como él), para lo cual el coaching es insustituible. Como digo en mi próximo libro, Por qué necesitas un coach (en librerías el 12 de abril), hemos de revisar en nuestros procesos de coaching nuestra vocación, nuestros retos, nuestra audacia, nuestro optimismo, nuestra capacidad de comunicación, nuestra generación de confianza, nuestra ilusión, nuestra red y nuestra felicidad (para la que la gratitud es determinante), de forma íntegra e integral.

En fin, nos han avisado. Los ganadores de esta crisis son la confianza, la excelencia, la innovación y el talento (que si no crece se pierde). Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… pon las tuyas a remojar. Como sabéis los lectores de este blog, un servidor disfruta de cuatro coaches: un gran coach de liderazgo, una gran coach de comunicación, un gran coach de calidad de vida (actividad física, nutrición) y una extraordinaria coach de gestión de la carrera profesional.

En el turno de preguntas, me han preguntado por las diferencias entre coaching y mentoring, entre coaching y consultoría, por cómo saber si uno “vale” para coach, si coach y líder es lo mismo, por el “contrato psicológico”, por los retos actuales (evitar la improvisación y la picaresca, respecto al coaching y al liderazgo en general).

Y después, Fundesem nos tenía preparado un cóctel para todos los asistentes. He disfrutado muchísimo de esta jornada. Estoy convencido de que este Curso Superior de Coaching Estratégico que empieza en tres días será todo un éxito.

Mi agradecimiento a los organizadores, a compañeros como Paco Carreras que está ahí apoyando y a todos los participantes.