El deporte como derecho y como espectáculo

Esta mañana he ido con mi hija Zoe y mis sobrinas Carolina y Cristina a la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes en Alcobendas, en la calle Miguel de Cervantes junto al Parque de Extremadura. Se trata de unas instalaciones espectaculares en “un modelo de ciudad”, como Alcobendas. Hemos estado durante tres horas disfrutando de las más variadas piscinas, jacuzzis, toboganes de agua, etc.

Rafael Cecilio, que en su día tuvo la responsabilidad del Deporte en Alcobendas y después en Alcorcón, ha explicado en distintos congresos que en 1997 se tuvieron muy presentes los valores que el deporte comparte con el desarrollo sostenible a la hora de crear un equipamiento social, de ocio, salud y deporte para todos los ciudadanos que fuera capaz de ser sostenible económicamente en un nuevo barrio de 25.000 habitantes. En 165.000 metros cuadrados, el ayuntamiento de Alcobendas invirtió 30 millones de euros para que 20.000 ciudadanos tuvieran el deporte (el deporte como derecho) a menos de 10 minutos andando. El reto era 15.000 abonados en 5 años a un precio asequible (30 euros/mes) y autofinanciado, con la creación de 200 empleos directos, la mejora del patrimonio municipal y la calidad de vida. Rafael Cecilio reconoce que se equivocaron, porque en lugar de los 15.000 abonados en cinco años tuvieron 18.500 el primer año, con unos gastos de explotación de 5 M € y unos ingresos de 8 M €. “El sentimiento de pertenencia, la seña de identidad en la que se ha convertido la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes para los ciudadanos de Alcobendas puede ser comparable, a otra escala lógicamente, a la torre Eiffel para los parisinos o a la Cibeles para los madrileños”.

Por la tarde, he ido también con Zoe, con mi padre y mi cuñado Sandro a ver en el Santiago Bernabéu (en la estupenda zona del Real Café) el último partido de Champions de la fase de clasificación, entre el Real Madrid y el Auxerre. Un espectáculo para niños y jóvenes aficionados como Zoe sólo comparable a Disney, Port Aventura y parques similares. Zoe ha conocido a un niño de 8 años, Nacho, que iba con sus padres (Ignacio y Mari Carmen) y que también ha disfrutado de lo lindo. Un espectáculo grandioso. 4-0 para el conjunto merengue y las decenas de miles de espectadores (hoy no estaba lleno ni mucho menos), con una estupenda sensación.

El deporte como derecho y como gran espectáculo.