El incidente

La Coruña. MBA Executive de la Escuela de Negocios Caixanova (más de 700 horas, desde enero de 2007 hasta el próximo julio, viernes tarde y sábados por la mañana). Imparto Gestión del Talento y Coaching a una treintena de directivos de importantes empresas gallegas. Se ha generado mucho debate en la definición del talento, en si se nace o se hace (en realidad, se forja), en la capacidad y el compromiso, en el papel de las emociones. Ha sido muy divertido e interesante.

Antes de llegar a La Coruña, he coincidido en la sala de Iberia de la T4 con Salvador García, miembro del Top Ten, profesor universitario y gran especialista en dirección con valores. Últimamente ha dado conferencias con el mago More sobre la ilusión. Suena fascinante. Hacía tiempo que no nos veíamos y siempre es un pacer conversar con una persona como Salvador. Me he alojado en el NH Atlántico (en hotel en el que Pilar Cubeiro –tía de mi padre- fue relaciones públicas durante muchísimos años y en el que, cuando yo tenía 9 –en verano de 1973- pude conocer de cerca al Real Madrid de la época, que jugaba el Teresa Herrera. Una experiencia muy impactante para un niño saludar a Santillana y compañía). En la cafetería, Carlos Núñez. Todo de blanco, elegante, sereno. Toca esta noche aquí en la ciudad de la Torre de Hércules.

Como hemos tenido clase de 4 a 9 p.m., me he ido después al cine (a los Filmax en el Centro Comercial El Puerto, enfrente del hotel) a la sesión de las 10, a ver El incidente, la última película de M. Night Shyamalan (El sexto sentido, El protegido). Inquietante, como la mayoría de las cintas de este director y guionista de origen hindú. Trata de un conjunto de suicidios masivos en la zona de Nueva Inglaterra, con un profesor de ciencias de instituto (Mark Wahlberg) que trata de salvar la vida con su esposa y la hija de unos amigos. La película es un homenaje a las pelis de catástrofes de los años 70 (La amenaza de Andrómeda, El día del fin del mundo, Meteoro) y a las de serie B, con unos personajes bastante planos. Para muchos de los espectadores, lo mejor será los distintos suicidios gore que se exhiben y lo peor la inexpresividad de los protagonistas.

¿Qué causa este suicidio colectivo que vemos en El incidente en Central Park (Nueva York), en París, en el estado de Pennsilvania… Según la película, un ataque terrorista, un error del gobierno, las plantas que sienten la amenaza del ser humano por el cambio climático a lo “venganza de Gaia” de James Lovelock…
Para William Mayer, el mayor caso de suicidio generalizado (un 38% de los prisioneros) se produjo entre los soldados de Estados Unidos en la Guerra de Corea, aquejados de la llamada “enfermedad de la desesperanza”. Sin motivo aparente, cuatro de cada diez soldados se aislaban en un rincón hasta que moría. ¿Qué lo provocaba? Básicamente, cuatro circunstancias:
- Incentivos para delatarse unos a otros (quebrar relaciones, desconfianza)
- Autocrítica: confesar ante sus compañeros lo malo que había hecho
- Romper la lealtad hacia los líderes
- Ausencia de cualquier apoyo emocional positivo

Es la “enfermedad de la desesperanza” que desgraciadamente cada vez más aqueja en esta sociedad. Cuanto más desconfiamos unos a otros, nos nutrimos de malas emociones, falta reflexión y liderazgo, más cerca estamos de suicidarnos o dejarnos morir de una u otra manera. ¿El antídoto? Emociones positivas, fomento de la lealtad, sana reflexión sobre los propios puntos fuertes y las oportunidades de mejora (nunca autocrítica destructiva) y generación de confianza. Talento, Liderazgo y Coaching: esencial para la salud mental y física.