Un nuevo modelo de relaciones

Hoy cumple años mi hija Zoe. Siete añazos. Es una niña cariñosa, muy despierta y que se gana rápidamente el afecto de quienes le rodean. Me siento muy orgulloso de ella como padre.

¿Cómo será el mundo del trabajo al que ella se enfrente dentro de 10 o 15 años? Me gustaría que donde trabaje disfrute, como titula Koldo Saratxaga a su último libro, de Un nuevo modelo de relaciones.

He incluido el libro de Koldo entre los mejores del año 2007, y no puede ser de otra manera. En diez años (1995-2005) como Coordinador del Proyecto Irízar, multiplicó el número de personas por tres, las ventas por nueve y los fondos propios por doce, convirtiéndose en la cooperativa más rentable de MCC, el Grupo Mondragón. Fue Premio EFQM. Koldo Saratxaga sabe muy bien lo que funciona. Practica lo que predica.

Conocí personalmente a Koldo con ocasión del Foro Elgoibar organizado por José Mari Ulacia, un gran humanista que en ese momento dirigía la Escuela de Gestión de esa localidad y hoy se responsabiliza de la gestión de personas en Fagor. Hablamos de la libertad, de El Quijote y de muchas otras cosas importantes en las organizaciones. Después hemos coincidido en el Plan estratégico de Eroski y en varios foros. Tiene la amabilidad de incluirme en sus Agradecimientos del libro, aunque creo francamente que el honor es inmerecido.

Su modelo es tan simple como profundo: “en mi experiencia, lo que determina la diferencia de cara al éxito son las formas de relación entre las personas, el tipo de convivencia y de participación que se construya, precisamente, sobre la base de sus diferencias naturales”. Para ello, un proyecto ilusionante y compartido. “Lo importante no es la cuota de mercado, sino la cuota de oportunidades que ofrece el mercado”. Las claves de la actividad son Calidad, Servicio, Coste e Innovación.

Sí, un proyecto basado en las personas, para que sean felices. Consecuencia de la riqueza derivada de la diversidad humana. Con equipos autogestionados (Koldo cita a Patrick Lencioni: “el trabajo en equipo supone la mayor ventaja competitiva de una organización”). Adiós a la estructura jerárquica (con sus distinciones, su clasificación, su clasismo). Bienvenido el Talento a través del Equipo (cuatro o cinco personas es la mejor opción). Con tres pilares: Comunicación, Libertad y Responsabilidad (“las personas son responsables cuando se confía en ellas”, KS). Y añade: “Desde mi punto de vista, quienes tienen responsabilidades de propiedad o ejecutivas tienen unas responsabilidades sobre el bienestar tanto económico como emocional de las personas de sus organizaciones”. Se trata de ofrecer oportunidades (“¡¡¡¡dadles espacios, dejadles soñar!!!!”) en vez de control, de permitir que se cometan errores. A través de la confianza con clientes y proveedores. Generando experiencias (“el poder de la organización es la suma del poder de las personas que allí trabajan”). Con innovación permanente (“la cosecha”) y conceptos económicos compartidos (“lo que no se mide y analiza, no se mejora, y lo que no se mejora se pudre”) porque “el orgullo y el éxito hay que alimentarlos con logros eficientes, cuando son parte fundamental de la comunidad y, por tanto, del futuro. Perspectiva de futuro: “si visualizamos qué futuro queremos para nuestra organización y éste es compartido, las posibilidades de encontrarnos con él aumentan considerablemente”.Continua sensación de siembra (ideas, ilusión, liberrtad, paciencia). Transparencia, confianza, generosidad. Orgullo de pertenencia (evolución física, mental y emocional). En definitiva, un proyecto común que es un éxito compartido.

Koldo Saratxaga es mi Quijote empresarial favorito. Me gusta su lenguaje (personas, no recursos humanos; organizaciones, no empresas; coordinadores, no jefes). Su libro, Un nuevo modelo de relaciones, es la prueba fehaciente de cómo hacer bien las cosas desde una perspectiva humanista. Un cambio organizativo que mi hija Zoe y la nieta de Koldo, entre otras gentes nacidas el siglo XXI, se merecen.